La exesposa muda del multimillonario - Capítulo 1423
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Capítulo 1423:
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«No, Kallie, no es culpa tuya», insistió Jeanette, sacudiendo la cabeza. «Nunca imaginé que ese hombre pudiera ser tan cruel. Se arrodilló ante mí, sollozando, alegando que no tenía un céntimo y que estaba endeudado. Dijo que había venido hasta aquí sólo para verme, sólo para hablar. Parecía tan patético… Es mi padre, después de todo. No podía rechazarlo. Pero cuando le seguí hasta un lugar tranquilo de la escuela, intentó obligarme a volver con él. Me negué y le amenacé con llamar a un profesor si no se iba. Fue entonces cuando…»
La voz de Jeanette se entrecorta y sus ojos se abren de terror.
Kallie soltó un grito ahogado y se dio cuenta de que era horrible. El padre de Jeanette era un monstruo. La capacidad de Jeanette para relatar aquellos sucesos provenía de un profundo pozo de resentimiento e ira.
A Kallie le preocupaba que la confusión emocional de Jeanette impidiera su recuperación. Acarició suavemente el pelo de Jeanette, ofreciéndole un gesto de consuelo. «No pasa nada. Ya ha pasado todo. Pagará por lo que hizo».
Jeanette negó con la cabeza, con los ojos llenos de lágrimas. «Kallie, es…
«Es inútil», sollozó. «Cuando salga, vendrá a por mí otra vez. Él mismo lo dijo. Dijo que soy su hija y que nunca escaparé de él, a menos que le dé dinero».
En ese momento, un brillo decidido entró en los ojos de Jeanette. «Kallie, no quiero seguir estudiando. Quiero empezar a trabajar. Cuando salga, saldaré sus deudas y entonces no tendré que volver a verle».
Al ver la desesperación de Jeanette, a Kallie le dolió el corazón. Habló suavemente. «No hables así. Eres muy joven y tu educación es lo que más importa ahora. No te preocupes por nada más. Yo me ocuparé de ello. Si este lugar te trae malos recuerdos, te llevaré a otro sitio».
Jeanette empezó a protestar, pero Kallie la interrumpió. «Escucha, lo más importante ahora mismo es que te recuperes. Concéntrate en ponerte mejor, ¿vale? No tengas miedo. Yo estoy aquí contigo».
Kallie se acomodó en la silla junto a la cama de Jeanette.
Finalmente, los ojos de Jeanette se cerraron, su respiración se calmó y se quedó dormida. Una leve sonrisa se dibujó en sus labios, como si el dolor ya no le molestara. En su estado de somnolencia, murmuró: «Kallie, ojalá fueras mi madre. Elma tiene mucha suerte de tenerte».
A Kallie le dolió el corazón al oír las palabras de Jeanette. «Jeanette, eres bienvenida a formar parte de nuestra familia», susurró.
A pesar de su antipatía por Lacey, Kallie no podía evitar sentir un profundo cariño por Jeanette. Los problemas entre los adultos no deberían afectar a una niña inocente. No estaba bien responsabilizar a una niña de los errores de los demás. Además, Jeanette no tenía culpa de nada.
Una vez que Jeanette estuvo profundamente dormida, Kallie llamó a unos cuantos cuidadores experimentados para que la vigilaran.
La visita de Kallie no era sólo por el bien de Jeanette. También deseaba ver a Jake.
Jake estaba ocupado con la expansión de la empresa en el extranjero. Aparte de sus videollamadas nocturnas, Kallie no había podido ponerse en contacto con él.
Jake desconocía la situación de Jeanette y la visita de Kallie. Kallie decidió darle una sorpresa. Él había estado trabajando sin descanso y ella quería verle.
Kallie llegó a la sucursal del Grupo Reeves y se dirigió hacia el ascensor que la llevaría al despacho de Jake.
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