La exesposa muda del multimillonario - Capítulo 1382
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1382:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Sin embargo, una obstinada negativa a rendirse floreció en Beth. Ella y Clayton ya estaban al borde del precipicio del matrimonio, tan cerca. Si el destino jugaba bien sus cartas, su certificado de matrimonio podría ser una realidad a finales de año.
Beth era reacia a tirar la toalla ahora, no cuando la meta estaba tan tentadoramente cerca. Además, rendirse en este momento sería entregarle la victoria a Kallie en bandeja de plata.
Hace tiempo que Beth había oído rumores de que Kallie no sentía ningún afecto genuino por Clayton, pero lo manipulaba como a un títere. Una mujer así, que jugaba a esos juegos, no tenía derecho a reclamar la lealtad inquebrantable de Clayton. No lo merecía.
—Señorita Fletcher.
Una voz interrumpió la ira que hervía en Beth, devolviéndola a la realidad.
Beth parpadeó, ocultando rápidamente su frustración con una sonrisa serena y cortés. La persona que tenía delante la miró de arriba abajo.
—Quizá debería refrescarse un poco antes de enfrentarse a nadie.
Solo entonces Beth recordó su aspecto desaliñado. Su sonrisa forzada vaciló por un segundo. Fingiendo indiferencia, se alisó el vestido. Sinceramente, comparada con el aspecto que tenía Caitlin hacía unos momentos, Beth no estaba tan mal. No era precisamente humillante.
La otra persona no insistió, limitándose a esbozar una sonrisa con un toque de incomodidad.
Beth carraspeó ligeramente, tratando de recuperar un poco de dignidad.
—La chica de antes es la prima de Kallie. Clayton solo intervino para salvarle las apariencias. Además, Clayton y yo nos vamos a casar pronto. No voy a perder el tiempo en tonterías.
—Lo entiendo —respondió la otra persona con una risa seca.
Beth sintió que le ardían las mejillas de vergüenza. Desesperada por escapar de la conversación, rápidamente encontró una excusa para marcharse, pero se topó con Clayton.
Clayton se dio cuenta del evidente disgusto de Beth, pero no se molestó en consolarla. En cambio, le dijo con frialdad: «Ya has montado bastante. Será mejor que te vayas».
Beth se quedó paralizada, viendo cómo Clayton se daba la vuelta para marcharse. Apretó los puños, incapaz de contenerse por más tiempo. Se abalanzó hacia él y le bloqueó el paso.
—Clayton, ahora soy tu prometida. ¿Así es como me tratas?
—Creo que te he tratado bastante bien —su expresión seguía siendo indescifrable, pero sus ojos se volvieron afilados como el hielo.
Aunque seguía sonriendo, era una sonrisa que helaba la sangre.
—Sí, anunciamos nuestro compromiso públicamente, pero puedo cancelarlo con la misma facilidad. Beth, ¿no te lo advertí? Deberías haber evitado causar problemas si querías asistir al cumpleaños de hoy. ¿Crees que no sé por qué acosaste a Caitlin? No me provoques.
Beth se quedó muda, sin saber qué decir, pero aún así se sentía injustamente tratada. Sabía que hoy había cruzado la línea, pero si no fuera por los sentimientos que Clayton aún sentía por Kallie, no se habría comportado así ni se habría humillado delante de todos.
Las lágrimas brotaron de los llamativos ojos de Beth mientras se acercaba a Clayton.
«¿Cuándo te darás cuenta de lo mucho que te quiero? Me he tragado mi orgullo y lo he aguantado todo por ti. Clayton, ni siquiera te pido que me quieras. Solo quiero que veas que mis sentimientos son reales».
Clayton exhaló lentamente. Bajo la mirada esperanzada de Beth, levantó una mano y le acarició la cara con los dedos.
.
.
.