La exesposa muda del multimillonario - Capítulo 1372
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Capítulo 1372:
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En ese momento, alguien finalmente se fijó en la belleza de Caitlin y se acercó a ella para entablar conversación.
Era un grupo de jóvenes, cuya apariencia y confianza desprendían el inconfundible aire de los herederos mimados de familias adineradas. Todos eran indudablemente guapos, y su encanto y naturalidad los hacían mucho más accesibles de lo que Caitlin había previsto.
Caitlin mantuvo cuidadosamente la compostura, irradiando elegancia mientras intercambiaba unas pocas palabras mesuradas con ellos.
Pero cuando la conversación derivó hacia temas como las finanzas, que Caitlin apenas entendía, sus miradas comenzaron a cambiar y sus ojos mostraron un sutil desprecio. Al poco tiempo, inventaron una excusa y se marcharon.
Aunque no lo dijeron abiertamente, Caitlin pudo leer entre líneas. Pudo ver el desdén y el desprecio que brillaban en sus ojos.
Esta revelación le dolió. Caitlin, que normalmente se enorgullecía de su dignidad, apretó los puños con frustración y apretó los dientes con rabia.
Mientras permanecía allí, escuchó algunas conversaciones.
«¿Quién es esa chica sentada en la esquina? No parece de una familia rica».
«Las fiestas de Kallie son cada vez menos exclusivas. Ahora puede entrar cualquiera».
«Exacto. Recuerda que antes de ser adoptada por la familia Reeves era solo una huérfana. No es como nosotras, que hemos nacido en familias privilegiadas».
«¿No es gracioso? Aunque ahora es tan rica, sigue dependiendo de dos hombres, jugando a dos bandas. Qué vergüenza».
Se oyeron algunas risas ahogadas, y el grupo se tapó la boca con cuidado de no reírse demasiado alto. Por mucho que menospreciaran a Kallie, sabían que no debían cruzarse en su camino. Solo podían hablar mal de ella a sus espaldas.
Caitlin abrió los ojos con sorpresa. ¿Así era como Kallie había amasado su fortuna? ¿A través de aventuras con dos hombres? ¿Jake lo sabía? Probablemente no. Ningún hombre toleraría ese tipo de traición por parte de su esposa. Las acciones de Kallie no eran mejores que el engaño. Su opinión sobre Kallie se desplomó en un instante.
Caitlin había oído que Kallie había alcanzado el éxito gracias a su esfuerzo y determinación. En su día, la historia de Kallie le había inspirado y creía que podía seguir sus pasos y convertirse en una mujer fuerte e independiente. Pero ahora, Caitlin lo veía todo de otra manera. Era una fachada, construida sobre el apoyo de los hombres. Darse cuenta de ello le dejó un sabor amargo de desprecio.
Caitlin reflexionó durante un rato, con emociones encontradas agitando su interior. Al final, decidió no contárselo a Jake. Aunque despreciaba el comportamiento de Kallie, no se atrevía a interferir. Al fin y al cabo, era un asunto entre Kallie y Jake. Era un problema que debían resolver ellos. Si decía algo, corría el riesgo de parecer que intentaba entrometerse en su relación.
Tras tomar una decisión, Caitlin sintió una oleada de incomodidad. Decidió entregar su regalo y marcharse rápidamente.
Pero, al levantarse y darse la vuelta, chocó accidentalmente con una mujer. El vino tinto que esta llevaba en la mano salpicó el precioso vestido blanco de Caitlin.
Caitlin hizo una mueca de dolor y sintió una oleada de angustia. Aunque había sido Kallie quien había comprado el vestido, era innegable que era precioso, y verlo manchado le causó una gran molestia. Además, no podía quitarse de la cabeza la idea de que más tarde le pedirían que le compensara por los daños.
Mientras Caitlin se preocupaba por el daño, la mujer que había derramado el vino rápidamente le dio la vuelta a la tortilla. Su voz aguda atravesó el aire, interrumpiendo los pensamientos de Caitlin.
—¿Estás ciega o es que eres grosera? Te has chocado conmigo y ni siquiera te has disculpado.
Caitlin levantó la vista y se encontró con la mirada de la mujer.
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