La exesposa muda del multimillonario - Capítulo 1341
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1341:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
¿Siempre estaba observando? Pero una mirada a la fría y expectante mirada de Gracelyn le dijo que no había lugar para la negativa. Tragándose el miedo, se dio la vuelta y se marchó en busca del consejero espiritual.
Mientras tanto, Kallie seguía ajena a la tormenta que se avecinaba a su alrededor. No tenía ni idea de que la retorcida idea de Gracelyn había resurgido. Estaba demasiado ocupada planeando su fuga con Jake.
—Calvin es extraordinario, un genio, de verdad —dijo Jake con voz llena de admiración—.
—En solo tres días, ya ha pirateado el sistema de bloqueo de señales. Pronto podremos enviar nuestra ubicación exacta a nuestra gente fuera. En cuanto la reciban, vendrán directamente a por nosotros. —Su expresión se ensombreció—.
Pero no me quedaré esperando. Reuniré pruebas de los crímenes de Gracelyn. Tiene que pagar por todo lo que ha hecho.
Gracelyn llevaba años sumida en la locura. Después de que la familia White se redujera a ella y a su marido paralítico, que no podía ni moverse ni hablar, su contacto con la realidad había comenzado a desmoronarse. Era impredecible. Por un lado, desempeñaba el papel de benefactora benevolente. Pero, por otro, si un joven le llamaba la atención, especialmente alguien que se pareciera a su nieto perdido, encontraba la manera de quedárselo para siempre. No eran más que sustitutos del niño que había perdido.
Muchos habían intentado resistirse, pero ninguno lo había conseguido. La finca de los White no era solo un hogar, era una prisión. Y aquellos que desafiaban a Gracelyn corrían una suerte peor que la muerte. Al igual que su marido, eran empujados a la locura, destrozados hasta quedar reducidos a meras sombras de lo que habían sido. Nadie había escapado jamás, sus gritos de auxilio caían en saco roto.
Así que, cuando Gracelyn puso sus ojos en Kallie, sus métodos fueron rápidos, experimentados y perfectos. Kallie ni siquiera percibió el peligro. No era la primera en caer en la trampa. Pero ella era diferente. Era especial.
Jake exhaló lentamente, con expresión sombría.
—Sé que soy el siguiente en la lista de Gracelyn. Pero si puedo sacarte de aquí, Kallie, estoy dispuesto a correr el riesgo.
El pánico se apoderó de Kallie y, antes de poder detenerse, agarró la mano de Jake con fuerza. Negó con la cabeza enérgicamente.
—No. No te dejaré hacerlo. Después de todos estos años, por fin nos hemos encontrado. Se suponía que íbamos a tener una buena vida juntos. No te dejaré enfrentarte a esto solo. —Su voz tembló cuando sintió un cosquilleo repentino en la nariz. Un momento después, unas lágrimas cálidas rodaron por sus mejillas.
Cuando Jake vio a Kallie así, le dolió el corazón. No podía soportar verla llorar.
«Está bien, está bien», dijo Jake, secándole las lágrimas con aire resignado.
«Solo estoy especulando. Todo lo que tengo ahora son rumores y nada concreto. Tengo que sacarte de aquí y hacerles pagar por lo que han hecho. Es la única forma de aliviar el odio que me consume por dentro».
Kallie negó con la cabeza.
«Si tengo que elegir, prefiero que vuelvas a casa sano y salvo. Ni yo ni nuestros hijos queremos que corras ningún riesgo».
Jake se enterneció y decidió no discutir. En su lugar, le ofreció una suave promesa.
—Está bien, no iré.
Kallie seguía escéptica.
—A menos que me jures que volver a ponerte en peligro significaría romper nuestra promesa, dándome el derecho a dejarte sin preguntas. Si rompemos, no podrás volver a encontrarme. Esté con quien esté entonces, será mi derecho.