La dulce venganza de la heredera millonaria - Capítulo 1784
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos dos veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1784:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
—Sr. Green, llevará algún tiempo abrir esta vitrina con seguridad. Forzarla podría dañar a Félix —advirtió Serena, con el ceño fruncido por la preocupación.
—Tú y Patrick llévenlos al hospital inmediatamente —ordenó Rhys, mirando hacia atrás.
Patrick dudó, preocupado. —Sr. Green, déjeme encargarme de esto. Su pierna…
—No pasa nada —interrumpió Rhys con firmeza.
Se dio la vuelta y corrió hacia Harlee, impulsado por una tormenta de preocupación y adrenalina, a pesar de que su herida amenazaba con ralentizarlo. El estado de Lonnie estaba empeorando: tenía fiebre y respiraba con dificultad. Necesitaba atención médica urgente. La situación de Félix era igualmente grave. Dentro de la caja de cristal, sus signos vitales eran inciertos y requería una evaluación médica inmediata.
—Sr. Green, deje que Patrick se quede y le ayude. Yo puedo ocuparme de Lonnie y Felix —insistió Serena.
—No. Llévenlos al hospital ahora mismo —ordenó Rhys mientras se abría paso hacia Harlee.
—¡Entendido! Sin tiempo que perder, Serena cogió rápidamente la caja de cristal que contenía a Felix, intercambió una mirada con Patrick y salió corriendo. Los vehículos ya estaban esperando y se había avisado al hospital. Serena, con Lonnie y Félix a su cargo, se dirigió directamente al quirófano.
Tras coordinarse con Stefan, Patrick reunió a cientos de miembros de Crepúsculo para que le ayudaran.
Cuando Rhys llegó al lugar, Harlee y Celine estaban enzarzadas en una feroz lucha. Aunque Harlee era más hábil, el esfuerzo anterior y el empeoramiento de la herida en el muslo habían igualado el combate.
Al ver a Rhys, Celine empujó bruscamente a Harlee a un lado y salió corriendo hacia las escaleras de la fábrica.
Impulsada por el implacable deseo de acabar con todo, Harlee la persiguió, ajena a las llamadas de Rhys detrás de ella.
Sigue leyendo en ɴσνєℓα𝓼𝟜ƒα𝓷.𝒸ø𝓂 antes que nadie
Rhys las siguió a ambas.
Celine subió corriendo las escaleras y, en un movimiento desesperado, se zambulló en una pila de cajas de cartón y sacó una metralleta.
«No te muevas». Cuando Harlee avanzó, Celine le apuntó con el arma. «Da un paso más y te disparo. Y a Rhys también».
El estado de Harlee se había deteriorado en los últimos días. Debilitada físicamente, carecía de la velocidad y la fuerza necesarias para desarmar a Celine como antes.
«Deja ir a Rhys. Resuelve esto conmigo», dijo Harlee, con los ojos inyectados en sangre y la mente nublada por la furia. Ya no podía pensar con claridad, solo la venganza la impulsaba.
«Lee». Rhys se quedó paralizado, temiendo que cualquier movimiento brusco pudiera provocar que Celine disparara. Atrapado, lo único que podía hacer era llamar a Harlee, con la esperanza de impedir que hiciera algo imprudente.
Las manos de Celine temblaban mientras apuntaba con el arma entre Harlee y Rhys.
«¿Por qué siempre tienes que arruinarlo todo?», gritó. «Mi plan era perfecto. ¿Por qué nunca consigo atraparte?». Su voz se quebró por la frustración. «Has sido mi pesadilla desde el principio. ¡Lo único que quería era acabar contigo, pero has destruido a la familia Cavendish y me has arrastrado a este lío!».
Harlee se burló. «Si no fuera más fuerte que tú, ¿crees que seguiría aquí?».
.
.
.