La dulce venganza de la heredera millonaria - Capítulo 1775
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos dos veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1775:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Rhys no se había unido antes a Robbie y los demás porque había estado ocupado neutralizando a los luchadores secretos de Errol. Esos luchadores, aunque fuertes, carecían de comprensión moral y había que evitar que cayeran en malas manos para evitar el surgimiento de otro Errol.
En los brazos de Rhys, Harlee echó la cabeza hacia atrás y le dio un golpecito juguetón en la nariz, con un gesto encantador y gentil.
—¿Has conseguido ocuparte de todo?
Su tono era informal, pero seductor para Rhys.
Este la rodeó con más fuerza por la cintura y entrelazó sus dedos con los de ella. Su voz era profunda y tranquilizadora cuando respondió:
—Sí, todo está arreglado. Errol llevaba años aprovechándose de sus viejos contactos para atraer aquí a científicos desquiciados y utilizarlos para desarrollar armas bioquímicas. Más de cien personas han sufrido aquí un tormento insoportable. Se merecían morir miserablemente.
Un destello de rabia cruzó los ojos de Harlee. En el futuro, se aseguraría de que ese grupo de científicos soportara un tormento sin fin, obligándolos a expiar sus actos ante las almas de los muertos.
Tras una prolongada vacilación, Serena reunió el valor para acercarse a ellos. Inclinó ligeramente la cabeza y dijo con voz temblorosa:
—Harlee, gracias.
Serena era consciente de que, si no hubiera sido por ella, Errol y Moshe habrían sufrido un destino mucho peor que morir en el fuego. Harlee tenía a su disposición innumerables métodos para acabar con sus enemigos y, para ellos, la muerte era casi una bendición.
A Serena no le importaba especialmente la familia Happer, pero eran parientes suyos. Si hubiera dependido de ella, habría preferido ahorrarles la tortura. Por eso, sentía una profunda gratitud.
—Ya sabes lo mucho que detesto las cosas sentimentales —dijo Harlee con frialdad, pero sus palabras conmovieron a Serena hasta las lágrimas. Serena asintió enérgicamente y se retiró en silencio con la cabeza gacha.
Descúbrelo ahora en ɴσνєℓα𝓼4ƒα𝓷.ç𝓸m antes que nadie
Rhys miró a Harlee con una leve sonrisa en los labios.
—Eres muy compasiva.
Solo Rhys podía decir algo así con total seriedad.
Harlee ladeó la cabeza y le dedicó una sonrisa pícara.
—Rhys, si alguien más te hubiera oído decir eso, se habrían reído de ti.
Ella no creía que fuera compasiva.
—No se atreverían —rió Rhys.
—Exacto, les falta valor.
Harlee se separó de Rhys, le tomó la mano y esbozó una sonrisa encantadora.
—Vamos a casa.
—Sí, vamos a casa.
Con un amplio paso, Rhys la tomó en sus brazos y ambos se subieron al coche.
Dentro del coche, Harlee se acomodó cómodamente en los brazos de Rhys. Aunque estaba completamente vestida, desprendía una presencia que llenaba el aire con su aroma y su calor únicos. Rhys se sintió cada vez más inquieto. Los recuerdos de su primer encuentro íntimo en el coche volvieron a inundarlo. Su cuerpo, su respiración, su… Maldita sea, estaba excitado. Una vez más, estaba perdiendo el autocontrol que había logrado recuperar gracias a Harlee.
Al darse cuenta de su estado de excitación, Harlee esbozó una sonrisa divertida.
.
.
.