La dulce venganza de la heredera millonaria - Capítulo 1517
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Capítulo 1517:
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Kareem bajó las escaleras justo a tiempo para presenciar su momento íntimo. Desvió la mirada, escéptico. ¿Podía ser realmente el mismo Rhys que conocía?
Aunque Kareem inicialmente quería retirarse, tenía asuntos urgentes que discutir con Harlee. Armándose de valor, se acercó a ellos.
«Ejem».
Kareem carraspeó con intención, esperando llamar su atención.
Sin embargo, Harlee y Rhys parecían tranquilos, continuando su momento privado sin una pizca de incomodidad.
Harlee saboreó la última cucharada de su sopa antes de dirigir su mirada a Kareem.
—Kareem, ¿has conseguido un lugar para los tres meses de entrenamiento intensivo?
En los últimos días, había explorado numerosas instalaciones militares en todo el país y había seleccionado personalmente a veinte candidatos. Entre ellos, solo seis cumplían los criterios para estar entre la élite.
Harlee no dudaba de las capacidades de los soldados de élite. Simplemente le resultaba más estimulante desafiar el vigor de los reclutas más jóvenes, ya que tendían a adaptarse mejor a su riguroso estilo de entrenamiento.
Consciente del enfoque selectivo de su hermana con respecto al equipo, Kareem preguntó directamente: «Harlee, ¿has decidido un lugar para el entrenamiento?».
Pasando el cuenco a Rhys y secándose la boca suavemente, Harlee dijo con un ligero asentimiento: «Sí, lo tengo todo planeado».
Estaba realmente entusiasmada con los próximos tres meses.
«Muy bien, entonces seguiremos con tu plan».
La jerarquía de mando había concedido a Kareem una autonomía considerable para este proyecto, y tenía la intención de extender la misma libertad a Harlee para asegurar su éxito. Rhys aceptó el cuenco y se dirigió a la cocina con una sonrisa burlona. ¿La estrategia de Harlee en juego? Esas reclutas iban a tener una sesión rigurosa. Dado que su horario estaba claro, pensó en acompañarlas para observar la diversión.
A la mañana siguiente, a las 8:00 a. m., en los vastos campos de entrenamiento de la Base Militar Central de Baythorn, con capacidad para miles de personas, veinte soldados estaban en formación. Con los brazos y las caras enrojecidos por el frío, vestían mangas cortas y se mantenían erguidos como estatuas. El frío había enrojecido los rostros y los brazos de todos.
Todos los soldados mantenían la mirada fija hacia delante, esperando las siguientes instrucciones.
Kareem estaba en el centro, mientras que Harlee y Rhys se situaron casualmente a un lado.
Harlee y Rhys estaban uno al lado del otro, vestidos con ropa deportiva a juego, y desprendían un aire desenfadado y despreocupado. Sin embargo, su presencia exigía respeto por parte de todos los que les rodeaban.
Ante el evidente escepticismo y cautela de los soldados, los labios de Harlee se torcieron en una media sonrisa mientras inclinaba la cabeza hacia Kareem. Con tono serio, dijo: «Parece que estos soldados no están muy dispuestos a seguir órdenes».
Estaba deseando darles una sesión de entrenamiento impresionante.
Kareem, al captar el brillo de desafío en los ojos de Harlee, se compadeció de estos soldados. ¿Podrían soportar el régimen intensivo de Harlee? Había revisado sus perfiles. Todos eran competentes en combate, lo que de alguna manera reducía sus preocupaciones.
«La conducta militar exige un estricto cumplimiento de la jerarquía. Si alguno se resiste, ¡golpéenlo hasta que obedezca!», dijo Kareem en voz alta. Aunque se dirigía a Harlee, su verdadera audiencia eran los veinte soldados, a quienes alertaba sobre los estándares esperados.
A pesar de su incertidumbre sobre las capacidades precisas de Harlee, Kareem sabía que era poco probable que estos soldados la superaran. Su entusiasmo solo confirmaba la inminente prueba que les esperaba.
Harlee se acercó a Kareem, le dio un golpecito amistoso en el hombro y le lanzó una sonrisa traviesa.
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