La dulce venganza de la heredera millonaria - Capítulo 1133
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Capítulo 1133:
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Un ceño fruncido se formó en el rostro de Rhys mientras se enderezaba, sentándose correctamente en el sofá. La calidez de su tacto había acelerado inexplicablemente su pulso y calentado su piel, pero su mirada indiferente ahora lo llenaba de una sensación de ridículo, dejándolo frustrado y humillado.
Al ver su actitud rígida, Harlee pensó que podría haberlo intimidado con su atrevimiento. Intentó animar el ambiente.
«Pronto tendremos té de todas las tiendas de Baythorn aquí. Puedes elegir el sabor que quieras».
Christopher, mirando las salpicaduras de té en el suelo, se quedó sin palabras. Qué ironía.
Su modesta oferta de dos tazas ahora parecía vergonzosamente insuficiente.
El estado de ánimo de Rhys solo se agrió aún más.
Se levantó sin mirar a Harlee y se dirigió al balcón.
Harlee, mordiéndose el labio, se dio cuenta de que podría haber presionado demasiado pronto, considerando que su edad mental seguía siendo de doce años.
El frío en la habitación se intensificó, pero afortunadamente, Brice entró justo en ese momento, aliviando la tensión.
«Señorita Sanderson, todos los arreglos se han hecho como usted ordenó.
¿Alguna instrucción más?»
—Solo siéntese y vea los fuegos artificiales en la subasta más tarde —respondió Harlee, con una astuta seguridad en sus ojos.
—Lo haré. Estaré alerta —respondió Brice.
—Excelente. Avíseme inmediatamente si ocurre algo inesperado. Aunque su plan estaba meticulosamente trazado, Harlee sabía que no podía dar por sentado que todo saldría bien.
—Por supuesto —respondió Brice.
Cuando Brice salió, Christopher salió apresuradamente detrás de él, ansioso por escapar del ambiente opresivo, sintiendo que cada momento lo envejecía prematuramente.
Dejada sola, Harlee contempló la solitaria silueta de Rhys junto al balcón, pensando en una disculpa. Justo cuando decidió acercarse, él se volvió hacia ella.
Con una mirada reservada, Rhys guió a Harlee hasta el balcón y la colocó frente al telescopio.
«Liliana y su séquito acaban de llegar», dijo en un tono apagado. Inicialmente, Liliana había tenido la intención de retransmitir en directo esta gala benéfica para magnificar su impacto, pero su estrategia cambió cuando Waylon, que normalmente rehuía la exposición mediática, confirmó su asistencia.
Obligada a modificar sus planes, Liliana optó por un método convencional, empleando fotógrafos y periodistas para cubrir el evento.
Llevada al telescopio por Rhys, Harlee no pudo reprimir una sonrisa.
Su eterno encanto era evidente.
Incluso en su descontento, se acordaba de hacerla partícipe de sus observaciones.
Mirando a través del telescopio, Harlee observó a Liliana agarrando la mano de Valentina, con Valentina anclada al brazo de Elvin, los tres irradiando alegría mientras adornaban la alfombra roja. Se movían deliberadamente, deteniéndose para asegurarse de que los medios de comunicación capturaran sus mejores ángulos, con Liliana tomándose un momento para posar en solitario para asegurarse de tener amplias oportunidades para hacer fotos.
En ese instante, los tres disfrutaban de su foco de atención incontrolado.
Harlee levantó la vista para encontrarse con la curiosa mirada de Rhys.
Él preguntó: «¿Qué te interesan esas figuras triviales?».
«No es interés por elección. Es que no soporto que me hagan sombra», dijo Harlee con ligereza.
«Así que los pondré de rodillas».
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