La dulce venganza de la heredera millonaria - Capítulo 1114
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos dos veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1114:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Harlee especuló sobre cuánto podría haber cambiado Liliana y si aún albergaba intenciones vengativas.
Harlee dudaba de que alguien como Liliana, ahora en una posición de poder, dejara de lado cualquier rencor que tuviera.
—¿No hay una subasta benéfica internacional programada próximamente en Baythorn? —preguntó Harlee.
—Sí, es una iniciativa de las familias Juárez y Happer, que cuenta con la participación de influyentes familias mundiales —confirmó Robbie.
Robbie hizo una pausa antes de continuar—. Aunque oficialmente es su evento, es evidente que Waylon es quien mueve los hilos.
Probablemente tenga planes más profundos para este evento.
«¿De verdad? ¿Un juego nuevo, entonces?», preguntó Harlee, con una sonrisa pícara en los labios.
«Veamos si el heredero de la familia Salazar puede defenderse. Si no, podríamos ayudar a Ewing Salazar a elegir un heredero más adecuado».
El rostro de Robbie se iluminó.
«¡Eso es exactamente lo que estaba pensando! Estaba deseando enviarle a Ewing un «regalo» especial».
Harlee se rió suavemente.
—He creado algunos diseños de joyas nuevos recientemente.
Que Brice los presente en la subasta.
Robbie se dio cuenta rápidamente.
Harlee pretendía causar revuelo con las joyas.
—¡Entendido! —Robbie se rió entre dientes, emocionado por la perspectiva. Este plan no solo interrumpiría el evento, sino que también proporcionaría una nueva distracción para Ritchie, mejor que estar de mal humor en un hospital.
—Hablando de Ritchie… —comenzó Robbie.
—Te llevo ventaja —dijo Harlee.
—No te preocupes. Guiaré a Ritchie hacia una nueva aventura.
Está destinado a algo más que a los pasillos de un hospital.
Robbie tragó saliva con dificultad, con los ojos brillantes.
Siempre había reconocido el compromiso de Harlee con su equipo, pero su reafirmación le conmovió profundamente.
—Gracias por crear la Sociedad Sombra de la Luna —dijo Robbie con sinceridad. Sin Harlee y la Sociedad Sombra de la Luna, no podía ni imaginar dónde estaría: perdido, olvidado, sin rumbo.
Harlee no dijo nada, simplemente se puso de pie y le dio una palmadita tranquilizadora en el hombro mientras salía del estudio. Al regresar al dormitorio de Rhys, lo encontró agarrando una bolsa de patatas fritas con sabor a tomate.
Su expresión no era en absoluto de vergüenza, sino que rayaba en la rebeldía.
«La medicina siempre me abre el apetito. Tengo hambre», dijo con calma.
Harlee recordó que acababa de darse un capricho con un tentempié nocturno antes de tomar la medicación. En lugar de señalarlo, le sonrió cálidamente y se sentó a su lado.
«Parece que te sientes un poco perdido, ¿verdad? Si te apetece, puedo contarte un par de historias».
Rhys la miró fijamente antes de asentir.
.
.
.