La dulce venganza de la heredera millonaria - Capítulo 1033
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Capítulo 1033:
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Empapada en sudor, Harlee reunió las últimas fuerzas de su voluntad para levantar la vista. Rhys se dirigía hacia ella, mientras otros luchaban ferozmente para despejarle el camino. Así que habían llegado refuerzos… Eso era bueno… Estarían a salvo…
Harlee cerró los ojos, sintiendo una sensación de alivio. Aunque su vínculo con Rhys se había roto, confiaba en su integridad.
Él se aseguraría de la seguridad de su equipo. Era una pena que Tonya no estuviera a su lado en ese momento. Podría no sobrevivir hasta la llegada de Tonya y su tratamiento.
«Lee, ¡mantente despierta! ¡No te atrevas a cerrar los ojos!». La voz temblorosa de Rhys resonaba persistentemente en los oídos de Harlee, llena de emoción en estado puro.
«¿No me prometiste una cosa? ¡Mantenerte con vida! ¡Quiero que estés a salvo!».
Harlee quería responder, pero no le quedaban fuerzas.
Todo lo que podía hacer era rendirse al agotamiento.
Cuando su cuerpo se desplomó, sintió que la agarraban un par de brazos fuertes.
«¡Lee! ¡Por favor, no te rindas!», exclamó Rhys.
¿Estaba lloviendo? ¿Por qué le caían gotas de agua en la cara? Luchando contra la pérdida de conciencia, Harlee abrió los ojos, apenas capaz de distinguir su entorno.
Todo parecía amortiguado, excepto el hombre que la abrazaba, aquel a quien había esperado años volver a ver.
Su voz, suave y frágil, carecía de su habitual frialdad.
«¿Por qué estás aquí?».
Los disparos resonaban en la distancia, pero su espacio inmediato parecía no verse afectado por el caos.
—Estoy aquí —dijo Rhys con firmeza, cargándola mientras esquivaba el caos.
—Te llevo al hospital… A Tonya…
Tonya seguía lejos, en su tierra natal. Este fue el único pensamiento de Harlee antes de que se le agotaran las fuerzas.
Rhys dijo apresuradamente: «¡Lee, escucha! El mejor equipo médico está listo para mantenerte con vida hasta que Tonya llegue. ¡Solo aguanta!».
Harlee se aferró a su último atisbo de conciencia y escuchó en silencio. ¿Solo aguantar era suficiente?
Al ver sus pestañas agitarse, Rhys añadió apresuradamente: «¡Sí! Solo aguanta. Piensa en Lonnie y Skyla, tus cinco hermanos y mi abuelo…».
Durante mucho tiempo, Harlee solo se había preocupado por Tonya, dispuesta a arriesgarlo todo por ella.
Pero ahora, Harlee tenía más gente a la que quería. No podía soportar dejarlos atrás. Con pura determinación, Harlee obligó a sus ojos a permanecer abiertos, negándose a rendirse todavía.
Al ver su determinación, el alivio suavizó los tensos rasgos de Rhys.
La cargó con cuidado, corriendo tan rápido como pudo sin empujar su frágil cuerpo.
A pesar del dolor abrasador que la recorría, Harlee yacía en el abrazo de Rhys, aferrándose a la vida, luchando con toda su fuerza de voluntad.
A su alrededor, otros luchaban incansablemente para abrirse camino hacia adelante.
El rostro de Ritchie mostraba las manchas de sangre derramada por innumerables enemigos. Aunque su cuerpo gritaba de agotamiento, su mente permanecía aguda e inquebrantable: tenía que ganar más tiempo para Harlee.
¡Crac! Una sola bala acabó con la determinación de Ritchie.
La oscuridad fue consumiendo gradualmente su vista mientras fragmentos de su pasado surgían en ráfagas vívidas. Momentos felices con Tonya, noches bulliciosas con Harlee bebiendo y el día en que juró lealtad a la Sociedad de la Luna Oscura se desplegaron como visiones fugaces. El tiempo se sentía agonizantemente distante y penetrantemente cercano.
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