Gemelos de la Traicion - Capítulo 210
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos dos veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 210:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
«Aquí tenéis», dije, colocando el plato delante de ellas. «Comed antes de que se enfríe».
«Gracias, mamá», dijo Ava alegremente, cogiendo el sirope y echando demasiado sobre su plato.
Le despeiné el pelo antes de dirigirme a la habitación de la abuela. Todavía estaba en la cama, su pequeño cuerpo casi engullido por la pesada colcha.
«Buenos días, abuela», dije en voz baja, sentándome en el borde de la cama.
Abrió los ojos y me dedicó una débil sonrisa. «Buenos días, cariño».
«Te has levantado temprano».
«Tenía que asegurarme de que los niños desayunaran», respondí, ayudándola a incorporarse y colocándole las almohadas detrás de la espalda.
«¿Cómo te encuentras hoy?».
«Un poco mejor», dijo con voz débil pero firme. «Pero no me importaría comerme uno de esos panqueques que huelen tan bien».
Sonreí y le di un beso en la mejilla. «Ahora mismo te los traigo».
Una vez que la abuela tuvo el desayuno listo, salí al pasillo con el teléfono. En cuanto marqué el número de Faith, me invadió una oleada de pánico.
—Raina —dijo Faith con voz entrecortada por la emoción.
—Hola —dije, apoyándome contra la pared—. Solo quería saber cómo estabas. Siento mucho no haber podido ir, pero Alex está de camino.
Hubo una larga pausa antes de que la voz de Faith se quebrara. —Dom la ha dejado entrar, Raina.
Me quedé paralizada y acerqué el teléfono a la oreja. —¿Qué?
—Eliza —dijo con voz temblorosa—. Está en la casa. Él la dejó entrar. Está sentada en la sala, actuando como si fuera la dueña. Y no deja de hablar de que está embarazada.
Sentí un nudo en el estómago. —¿Él… él qué? ¿Por qué haría eso?
—No lo sé —gimió Faith—. Dice que no la ha tocado, pero ¿por qué la ha dejado entrar? ¿Por qué ahora, cuando ella está diciendo eso?
Disponible ya en ɴσνє𝓁α𝓼4ƒα𝓷.c♡𝓂 disponible 24/7
Me llevé una mano a la frente, tratando de darle sentido a todo aquello. O Dom había mentido sobre no haberse acostado con Eliza, o estaba tramando algo que yo no veía.
—Faith, escúchame —dije, tratando de sonar firme—. Tienes que ser fuerte. Sé que es difícil, pero Alex llegará pronto y lo resolverá. Si se vuelve demasiado difícil, puedes venir aquí, ¿de acuerdo?
—No —respondió secamente, con la voz ronca a pesar de las lágrimas—. No voy a salir de mi casa.
He estado con Dom desde antes de que nadie supiera quién era. No voy a dejar que ella venga aquí y me quite lo que es mío».
Sus palabras me rompieron el corazón. «Faith, yo…».
La línea se cortó antes de que pudiera terminar. Me quedé mirando el teléfono, con sus últimas palabras resonando en mi mente.
Justo cuando colgaba, Ava entró corriendo en la habitación, con la carita pálida y alterada. —Mamá, le pasa algo a Liam —dijo, tirando de mi brazo.
Un escalofrío me recorrió la espalda. —¿Qué quieres decir, cariño? ¿Qué le pasa?
«Dice que se encuentra mal», me dijo temblando. «Está muy caliente, mami». Se me encogió el corazón mientras la seguía por el pasillo hasta su habitación. Al abrir la puerta, encontré a Liam acurrucado en la cama, con la cara enrojecida y gotas de sudor cubriéndole la frente. Su pequeño cuerpo parecía irradiar calor.
«Liam», le dije suavemente mientras me arrodillaba a su lado y le ponía la mano en la frente. Estaba ardiendo.
«Mamá», murmuró débilmente, parpadeando.
«Estoy aquí, cariño», le susurré, apartándole el pelo sudado. «Estoy aquí».
.
.
.