Fácil fue amarla, difícil fue dejarla - Capítulo 982
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Capítulo 982:
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Esa consideración dejó a Stella un poco sin palabras. Abrió la boca para darle las gracias, pero…
«No», dijo Lainey, interrumpiéndola con una sonrisa. «Ni siquiera des las gracias. Solo prométeme que no me dejarás plantada ese día».
Stella se rió entre dientes y luego la miró con seriedad. —Tienes mi palabra, Lainey. Si digo que estaré allí, estaré allí.
No era alguien que hiciera promesas a la ligera. Y si las hacía, las cumplía.
Lainey pareció aliviada. Eso era suficiente para ella.
El aniversario era el lunes, solo faltaban tres días.
Durante los días siguientes, Stella se mantuvo ocupada, evitando a William tanto como pudo. Incluso en casa, se encerró en su habitación y apenas se cruzó con él.
William sabía que no podían seguir así para siempre, pero no sabía cómo romper el silencio entre ellos.
Le pidió a Luca que investigara lo que Marc y Nina podrían haberle dicho a Stella ese día. Pero la cámara de vigilancia de la cafetería no tenía audio, por lo que William no pudo oír ni una palabra y no tenía ni idea de qué era exactamente lo que la había molestado.
Aun así, con solo ver las imágenes, se daba cuenta de que Stella se había alterado claramente durante aquella comida.
Ella mostraba abiertamente sus sentimientos. Solo con el vídeo, era fácil darse cuenta de cuándo se impacientaba… y cuándo se enfadaba de verdad.
—Sr. Briggs, ¿debo traer al Sr. Walsh y a la Srta. Carter para hablar con ellos? —preguntó Luca, cuidadoso con sus palabras, pero sin ocultar la sugerencia.
William negó con la cabeza. —No. No te molestes. Déjalo estar.
Luca no entendía muy bien por qué William no iba a seguir adelante con el asunto, pero asintió y salió de la oficina sin decir nada más.
Por fin llegó el lunes.
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La universidad bullía de vida: banderas de colores, pancartas de bienvenida y estudiantes emocionados por todas partes. Las risas y las charlas llenaban el aire, y todo el lugar irradiaba energía juvenil.
Mientras Stella cruzaba el campus, observando a los estudiantes reír y divertirse, sintió que algo se removía en su interior. Quizás un destello de nostalgia. Una versión de sí misma que no había sentido en mucho tiempo, cuando se centraba en la investigación, estaba llena de sueños y no llevaba el peso del mundo sobre sus hombros.
Caminaba junto a Lainey, sumergiéndose poco a poco en viejos recuerdos.
Estaban absortas en la conversación cuando pasaron por delante de un baño. Lainey desenganchó suavemente el brazo del de Stella. «Ahora vuelvo».
En el momento en que Lainey se alejó, alguien llamó a Stella por su nombre desde atrás.
Se dio la vuelta y sus ojos se iluminaron con sorpresa y calidez.
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