Fácil fue amarla, difícil fue dejarla - Capítulo 947
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos dos veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 947:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
Amon se rió entre dientes, como si solo estuvieran hablando del tiempo. «Ah, y por cierto, ¿el sótano de la familia Carter? No es exactamente mi estilo. Es un poco demasiado lúgubre. Me he acomodado en otro lugar. Aunque era más interesante cuando tú estabas allí».
En ese momento, Stella se dio cuenta de que ya no estaba bajo custodia.
O había escapado por su cuenta, o alguien de su lado lo había liberado. O peor aún: los Carter lo habían dejado ir y se lo habían ocultado. ¿Sabían siquiera que se había ido?
Su respiración se volvió más pesada. Cuando conoció a Amon, le pareció el típico playboy de labia fácil. Nunca imaginó que le daría tantos quebraderos de cabeza.
Amon, disfrutando claramente de su silencio, soltó otra risa ahogada. —Debes de estar en un verdadero aprieto. Sinceramente, no creo que estés preparada para lidiar con esto por tu cuenta. Pero si trabajas con…
…mí, podría arreglar esto. Te mantendré a ti y al instituto de investigación a salvo. Incluso podría contarte algunas cosas sobre tu madre». Otra vez el mismo truco.
Ya le había tendido esa trampa antes y, en aquel entonces, ella había picado el anzuelo. ¿Pero ahora? No era tan fácil manipularla.
La voz de Amon se volvió suave y calculada. «Nos conocemos desde hace tiempo, ¿no? Me gustas, Stella. Piénsalo».
Sus dedos se enfriaron alrededor del teléfono. Cuando Amon dijo que le gustaba, no le hizo latir el corazón, sino que le revolvió el estómago. Alguien como él no sabía nada sobre los sentimientos reales.
—Amon —dijo ella con voz dura y firme—, hacer un trato con el diablo es básicamente pedir la muerte. ¿De verdad crees que soy tan tonta como para confiar en ti? Aunque mi nombre quede mancillado, nunca trabajaré contigo.
Su tono era resuelto, claramente sin voluntad de transigir.
Él soltó un bufido. —Sigues tan terca como siempre. —No parecía sorprendido. Más bien, parecía divertido—. No pasa nada. Tengo tiempo. Tarde o temprano, cuando te echen del instituto y todos te den la espalda, vendrás corriendo. Ah, y saluda a mi querido William de mi parte. Dile que el verdadero juego acaba de empezar.
¿Juego? ¿Qué maldito juego?
No te pierdas el próximo episodio en ɴσνє𝓁α𝓼4ƒ𝒶𝓷.𝓬♡𝓂
Antes de que ella pudiera decir una palabra, él colgó. Stella se quedó mirando la pantalla mientras el tono de ocupado sonaba en su oído.
La rabia le hervía en el pecho, pero no tenía dónde descargarla.
Con un profundo suspiro, dejó el teléfono y se recostó en el sofá, sintiéndose invadida por el cansancio de golpe.
Amon estaba libre. Su gente había llegado hasta él. Claramente, su organización tenía sus dedos en muchos más lugares de lo que ella pensaba.
Además, el instituto de investigación estaba sufriendo graves pérdidas por la filtración de datos. El peso de todo ello era asfixiante.
Incluso si William quisiera que volviera, ¿tendría ella el valor de regresar?
William no había dicho mucho, pero ella lo sabía: él había hecho todo lo posible para protegerla de las consecuencias. Había movido los hilos para silenciar a los medios de comunicación, y Luca estaba investigando a fondo para descubrir quién estaba detrás del hackeo. Pero las consecuencias aún se estaban desvelando.
.
.
.