Fácil fue amarla, difícil fue dejarla - Capítulo 941
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos dos veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 941:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
«¿Sabes esos datos que robó tu madre, verdad? ¿Alguna vez te has parado a pensar a quién crees que pertenecían esos datos?».
A Stella se le hizo un nudo en el estómago. Su voz sonó tensa. «¿Estás diciendo que tu organización está detrás de su muerte?».
«¿Qué otra cosa crees que fue?». Amon ladeó la cabeza como si fuera lo más obvio del mundo. «Ella cruzó una línea. Tomó cosas que no le incumbían. Husmeó donde no tenía permiso para hacerlo. La dejamos pasar durante años, incluso le permitimos darte a luz. ¿Eso? Eso fue nosotros mostrando misericordia».
—¿Y qué tomó exactamente? —La voz de Stella se volvió más aguda—. Su mano se cerró alrededor del collar que tenía en el bolsillo sin darse cuenta, y sus dedos apretaron el metal como si eso pudiera estabilizarla.
Su cerebro daba vueltas: lo que fuera que su madre hubiera robado debía de ser muy importante si este grupo seguía sediento de sangre. Ya se habían deshecho de su madre para saldar cuentas y ahora la rodeaban como si fuera carne fresca.
La sonrisa de Amon se torció, arrogante pero ahora no tan despreocupada. —Eso es lo único que no puedo decirte. Pero te daré un pequeño aviso: ahora que saben quién eres, vendrán a por ti. No importa si estoy encerrado en este calabozo, pondrán a otra persona al mando. Y no se portarán bien.
A Stella se le encogió el pecho. Aunque Amon muriera en ese sótano, mientras ese grupo siguiera existiendo, su vida nunca volvería a la normalidad. La seguirían persiguiendo hasta borrarla del mapa, igual que a su madre.
Todo su cuerpo temblaba bajo el peso de esa idea, pero se obligó a mantener la calma. —Que mantengas la boca cerrada no me detendrá —dijo, con voz firme a pesar de todo—. Encontraré la verdad por mi cuenta. No pienses ni por un segundo que tus pequeños juegos mentales van a asustarme.
Desde el momento en que empezó a investigar, supo que no había vuelta atrás. No había salida. No había frenos.
Amon se rió, se rió de verdad, como si ella acabara de contarle el mejor chiste que había oído en años. «¿Descubrir la verdad? ¿Cuál es tu plan? ¿Vas a hacerlo sola? ¿O vas a aprovechar el tirón de mi encantador primo?».
Stella ni siquiera pestañeó. El golpe le había dado, pero no le iba a dar la satisfacción de reaccionar.
Disponible ya en ɴσνє𝓁α𝓼4ƒαɴ.c♡𝗺 para ti
Si él no tenía nada útil que decir, no tenía sentido malgastar saliva.
Se levantó, dispuesta a marcharse. Pero la mirada de Amon volvió a posarse en ella, con esa sonrisa retorcida de nuevo en todo su esplendor.
—Vamos, Stella. No te hagas la tonta. ¿De verdad crees que William es un caballero andante? ¿Crees que te lo ha contado todo? Lo he dicho antes y lo volveré a decir: nadie en la familia Briggs está limpio.
En el pasado, las palabras de Amon podrían haber sacudido a Stella, haberla afectado y haberla hecho dudar de todo. Pero ahora, después de todo lo que habían pasado, especialmente al descubrir ese pasado compartido con William, la confianza de Stella era profunda. Lo miró fijamente a los ojos, con voz fría y monótona. —Ahórratelo, Amon. Lo que sea que estés tratando de provocar entre William y yo no te incumbe. Así que déjalo estar.
Amon captó la frialdad de su mirada. Su sonrisa de satisfacción había desaparecido, sustituida por un ceño fruncido. —Leal hasta el final, ¿eh? Espero que no te arrepientas.
Stella ni siquiera se inmutó. Dio media vuelta y salió furiosa del sótano sin mirar atrás.
.
.
.