Fácil fue amarla, difícil fue dejarla - Capítulo 835
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 835:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Al mirar a sus ojos, no encontró ningún velo ni disfraz, solo sinceridad pura. Las murallas que había construido alrededor de su corazón parecían derretirse más rápido de lo que podía detenerlas.
Y no era la primera vez que sentía esa emoción.
Después de perder a sus padres adoptivos, Stella se había visto obligada a hacerse fuerte por sí misma, envolviéndose en una fría coraza y aprendiendo a cargar con todas las responsabilidades sin ayuda.
Su matrimonio roto con Marc le había dejado cicatrices que la hacían desconfiar de volver a abrir su corazón. Sin embargo, William había entrado en su mundo de forma diferente, plantándose frente a ella cuando llegaban las tormentas, incluso si eso significaba desafiar a su propia familia. A veces era autoritario y…
Le había ocultado cosas, pero sus acciones hablaban más alto que las excusas, demostrando una y otra vez dónde estaba su lealtad.
En ese momento, ya no podía negar la verdad que resonaba en su interior. Stella se preocupaba por William. Y tal vez iba más allá de la simple preocupación. Era afecto. Era amor.
Ese pensamiento le hizo sonrojar las mejillas. Rápidamente bajó la mirada, incapaz de soportar el peso de sus ojos, y con un susurro tembloroso, dijo: «Necesito tiempo».
William captó el leve rubor que se extendía por las orejas de Stella, y la alegría se agitó silenciosamente en su pecho.
Sus defensas estaban empezando a bajar, le estaba dando una oportunidad.
Pero él no la presionó. En cambio, retiró la mano y suavizó el tono.
«De acuerdo», dijo. «Tómate todo el tiempo que necesites. No importa cuánto tiempo te lleve, te esperaré».
Sus palabras quedaron flotando en el aire. Tras una pausa, añadió con mirada cálida:
«Puede que Alonzo esté detenido, pero todavía hay gente moviéndose en las sombras. Deberías quedarte en mi casa esta noche».
Novedades disponibles en ɴσνєʟα𝓼4ƒα𝓷.c♡𝓂
Stella parpadeó, un poco sorprendida. ¿No estaban sus apartamentos en el mismo edificio?
Pero asintió levemente, con una voz apenas audible. «De acuerdo».
El viaje de vuelta fue tranquilo, pero nada incómodo. El silencio los envolvió en una sutil intimidad, de esas que dicen más que las palabras.
Stella apoyó la cabeza contra la ventana, observando las luces de la ciudad que pasaban a toda velocidad, con los pensamientos enredados. Ya no podía negarlo: su corazón, helado durante tanto tiempo, estaba empezando a descongelarse por William. Solo necesitaba más tiempo antes de poder decidir qué hacer a continuación.
Cuando llegaron a su casa, el familiar aroma a sándalo la envolvió de inmediato, aliviando la tensión en su pecho.
Inhaló suavemente y preguntó: «¿Qué tipo de velas usas aquí?». La fragancia parecía… parte de él.
William se detuvo. «Mi madre las compró hace años. Después de que falleciera, seguí pidiendo las mismas. Ni siquiera miré la marca».
.
.
.
 
                                         
                        
                     
                        
                     
                        
                     
                        
                     
                        
                     
                        
                     
                        
                     
                        
                     
                        
                     
                        
                    