Fácil fue amarla, difícil fue dejarla - Capítulo 51
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 51:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
No era la primera vez que Marc era salpicado en público, pero aun así la multitud estalló en murmullos de sorpresa.
Se limpió la cara, parpadeando como si intentara procesar lo que acababa de pasar. Extendió la mano e intentó coger la de Stella.
—Stella, confío en ti. Por favor, déjame explicarte.
«¡No me toques! Me dan náuseas solo de verte».
Sin previo aviso, Stella le dio una fuerte bofetada en la mejilla.
«¿Esto es lo que tú entiendes por amor, Marc? ¿Amar a dos personas a la vez? ¿A eso llamas amor verdadero? Es patético».
Marc se quedó paralizado, aturdido por el golpe, pero después de todo lo que acababa de salir a la luz, contuvo su ira. Volvió a extender la mano y agarró el brazo de Stella, no con fuerza, pero sí con la suficiente firmeza como para inmovilizarla.
Stella soltó un pequeño grito. —¡Me estás haciendo daño!
Él la soltó inmediatamente, sobresaltado, y solo entonces se fijó en los moratones y las marcas que salpicaban su piel. La visión lo dejó en estado de shock.
—Stella, ¿qué te ha pasado…?
Antes de que pudiera terminar, el rostro de Haley se iluminó al comprender lo que había pasado.
Entonces tenía que ser cierto: Stella había sido violada por esos hombres. Las lesiones visibles hablaban más alto que cualquier fotografía.
Sonriendo triunfante, soltó el brazo que había estado sujetando y declaró en voz alta: —Sigues insistiendo en que eres inocente, pero ¿qué hay de esos moretones, Stella? ¿No son el resultado de tu noche con ellos?
¿El resultado de su noche con ellos?
Se oyeron exclamaciones entre la multitud, algunos incluso se taparon la boca con incredulidad. Incluso en sus círculos de élite, ese tipo de comportamiento, aunque no era desconocido, siempre se mantenía en secreto.
Nadie hablaba de esas cosas en público.
Sigue leyendo en ɴσνєℓα𝓼4ƒα𝓷.ç0𝓂 que te atrapará
Y, sin embargo, ahí estaba Stella, apareciendo en un acto público con marcas visibles y sin el más mínimo signo de vergüenza.
—Solo firmaste la renovación de la patente ayer porque te pillamos, ¿verdad? Tenías miedo de que lo contáramos todo.
Con una sonrisa triunfante, Haley le arrebató el contrato a Marc y lo sostuvo frente a Stella como si fuera un trofeo.
—Apenas podías mantenerte en pie y aún así les rogabas que no pararan. No parabas de decirles lo mucho que te gustaba. ¿De verdad crees que alguien olvidaría una escena así?
—¿Asquerosa? ¿Y ahora quieres hacerte la víctima? —Sus palabras eran duras, vulgares y completamente indiferentes a las personas que los rodeaban.
Cuanto más fea se ponía la expresión de Stella, más energía parecía tener Haley.
Stella frunció el ceño y, al segundo siguiente, agarró con fuerza la muñeca de Haley. —Sabes que lo que hiciste es un delito, ¿verdad? Podrías ir a la cárcel por esto». Recuerdos del día anterior inundaron la mente de Stella, trayendo de vuelta el miedo de aquel momento a su pecho.
Marc, mientras tanto, se quedó paralizado, con las palabras de Haley resonando en su cabeza. ¿Qué estaba tratando de decir?
¿Podría Stella haber hecho realmente algo así?
Solo pensarlo lo sacudió, robándole la concentración de todo lo demás, incluido el comportamiento de Haley. Su atención se centró por completo en la inquietante posibilidad de que Stella hubiera estado con otros hombres. Una tormenta de ira se acumuló en sus ojos.
Pero en el momento en que se encontró con la mirada gélida de Stella, la realidad lo golpeó como un mazazo. La fría claridad de sus ojos atravesó su confusión.
—Haley, ¿qué has…?
Las palabras salieron como veneno, apenas contenidas por la fuerza.
¿Era Haley la responsable de los moretones de Stella? ¿Había tramado algo?
El cuerpo de Haley tembló y, por un momento, no pudo hablar.
Bajó la cabeza y no se atrevió a mirarlo.
Pero no tardó mucho en volver a levantar la vista, con los ojos llenos de lágrimas. Miró a Marc con una expresión temblorosa e indefensa.
—Marc, por favor, no creas sus mentiras. Solo me acusa porque descubrí la verdad. ¡Ahora está intentando tergiversarlo todo y convertirme en la villana!
.
.
.