Fácil fue amarla, difícil fue dejarla - Capítulo 345
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Capítulo 345:
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«Pero no esperes que me case contigo. Necesito que lo entiendas».
Doreen se quedó callada, con una expresión indescifrable. Marc continuó: «Cuidaré del bebé. Te enviaré dinero cada mes para ayudarte, lo que necesites. Pero esto no va a convertirse en una relación. Y una cosa más: mantente alejada de mi madre. No le vuelvas a mencionar esto».
Doreen lo miró, con los ojos llenos de dolor silencioso. Tras una larga pausa, asintió ligeramente con la cabeza. «Está bien. No le diré nada a tu madre», murmuró. «Pero… ¿podrías darme algo de dinero? El médico dice que estoy desnutrida. Necesito suplementos. No es para mí, es para el bebé».
Hizo una pausa y continuó: —Quédate tranquilo, mientras me pagues la manutención, no molestaré a tu madre. Si no quieres verme, mantendré las distancias. Su voz era suave, nada manipuladora, solo cansada. Sinceridad.
Marc lo agradeció.
Al menos no estaba montando un numerito emocional, como solía hacer Haley, exigiendo amor, compromiso y Dios sabe qué más. Esas cosas le ponían los pelos de punta.
Sacó la cartera y le entregó todo el dinero que llevaba. —Son unos diez mil dólares. Tómalos por ahora. Te enviaré más luego.
Doreen cogió el dinero, asintió sin decir nada y paró un taxi. Fiel a su promesa, se marchó sin demora, sin mirar atrás ni una sola vez.
Marc se quedó allí, mirando la parte trasera del taxi hasta que desapareció entre el tráfico. Su mente era un torbellino.
Un bebé. Iba a ser padre y aún no le parecía real. Era como una pesadilla que aún no había terminado de desvelarse.
Sus pensamientos volvieron a Stella. Ella lo sabía. De alguna manera, ya se había enterado. Y por la forma en que lo había mirado, probablemente pensaba que era basura. Quería explicárselo. Decirle la verdad.
Pero aunque lo intentara, ella nunca le creería.
Suspiró profundamente y se frotó la sien, ya agobiado por el lío. En ese momento, se oyeron pasos detrás de él. Se volvió y vio a Johnny y Tommy acercándose.
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—¿Marc? —Johnny parpadeó, sorprendido—. ¡No esperaba verte aquí! —Le dio una palmada amistosa en el hombro a Marc, pero la tristeza en el rostro de este no pasó desapercibida. Tommy se acercó, preocupado—. ¿Qué pasa? ¿Ha pasado algo en la empresa?
Marc negó con la cabeza y se frotó la nariz—. No es el trabajo. Es… Doreen.
Ambos se quedaron desconcertados. —¿Quién es Doreen? —Marc soltó un profundo suspiro—. Esa universitaria. Del bar. Está embarazada.
Les costó un segundo asimilar lo que acababa de decir.
Johnny abrió mucho los ojos. —Espera, ¿tu bebé?
Marc apretó la mandíbula. —Aquella noche estaba enfadado con Stella. Quería ponerla celosa.
No pensé que pasaría esto». Johnny se quedó boquiabierto, atónito.
Tommy frunció el ceño. «Marc… si todavía estás intentando recuperar a Stella, ¿cómo has podido dejar que pasara algo así? Si se entera, ¿no perderás tu oportunidad para siempre?».
Ni siquiera Johnny, que normalmente era su fiel compañero, pudo defenderlo esta vez. Marc, que ya estaba de muy mal humor, estalló. «Solo es una relación. ¿Qué pasa, vosotros dos nunca habéis tenido rollos de una noche?».
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