Fácil fue amarla, difícil fue dejarla - Capítulo 246
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 246:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Stella puso los ojos en blanco e intentó esquivarlo, pero él le bloqueó el paso, otra vez.
No lo entendía.
Antes de que pudiera decir algo tajante, otra voz rompió la tensión, tranquila, fría, inequívocamente en control. —Sr. Walsh. ¿Volviendo a acosar a las mujeres?
Marc se volvió y vio a William acercándose, con la luz del sol reflejándose en el borde de su chaqueta. Su rostro se sonrojó de irritación. —Esto es entre Stel y yo. No te incumbe.
William se detuvo a unos metros de distancia, metiendo las manos en los bolsillos con naturalidad. —Este es mi instituto de investigación —dijo con suavidad—. Todo lo que ocurre aquí me incumbe.
Marc no supo qué responder. Lo intentó de nuevo, ahora desesperado. —William, no lo entiendes. Stel todavía me quiere. La única razón por la que está contigo es porque cree que no me merece.
William arqueó una ceja y miró a Stella, que estaba a su lado. Su voz era suave, un poco divertida. —¿Es eso cierto, señorita Gilbert? ¿Solo está con mí porque cree que no es lo suficientemente buena para él?
Su voz se elevó ligeramente al final, en tono burlón, pero sin mofarse. A Stella se le hizo un nudo en la garganta por un segundo.
—No —dijo con firmeza—. Nunca he dicho nada por el estilo.
William asintió y luego se volvió hacia Marc con una sonrisa cómplice. —¿Ha oído eso, señor Walsh? Ella no me eligió por usted. ¿Cuánto tiempo más piensa seguir halagándose?
Marc apretó la mandíbula. —Stel, en serio, ¿lo estás eligiendo a él en lugar de a mí?
Su voz se quebró y sus ojos buscaron en el rostro de ella alguna señal, cualquier señal, de que todavía lo quería.
Stella sinceramente no entendía de dónde sacaba esa absurda confianza. Era como si viviera en un mundo en el que nunca se equivocaba.
Abrió la boca para darle la respuesta que se merecía, pero antes de que pudiera hablar, la mano de William se posó suavemente sobre su hombro.
¿Ya leíste esto? Solo en ɴσνє𝓁α𝓼4ƒαɴ.c♡𝗺 de acceso rápido
—Marc —dijo William, con voz firme pero con un tono de acero—, hazte un favor. Vete con dignidad. Cuanto más insistas, más patético parecerás.
Marc se quedó mirando a los dos, tan cerca, tan cómodos, y por primera vez pareció verlo realmente. Encajaban.
Eso le corroía por dentro. —William, sigo hablando con Stella —espetó Marc.
William arqueó una ceja. —¿Sí? ¿Y te parece que ella quiere hablar contigo?
No necesitó levantar la voz. La condescendencia en su tono era lo suficientemente hiriente.
Marc, más bajo y acorralado, miró a William con ira, sintiéndose pequeño. Indefenso. Tonto.
.
.
.