Fácil fue amarla, difícil fue dejarla - Capítulo 202
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Capítulo 202:
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—¿Marc?
Stella levantó la vista y cruzó la mirada con él durante una fracción de segundo antes de apartar la mirada, con expresión cautelosa.
Dado lo que William le había contado sobre la feroz competencia por este proyecto, no le sorprendió en absoluto ver aparecer a Marc. Esta era la oportunidad de Nebula, y Stella no tenía intención de dejar que nadie, y mucho menos Marc, se interpusiera en su camino.
Entraron en la sala de conferencias acristalada, donde los representantes del cliente ya los estaban esperando. La tensión en el aire era palpable cuando Stella y Marc cruzaron el umbral. Se produjo una ronda de apretones de manos corteses.
«Las damas primero. Nos gustaría escuchar la opinión de Nebula», anunció el cliente, haciendo un gesto a Stella para que comenzara.
Ella ya había estudiado todo lo relacionado con el terreno y había asimilado el material de referencia durante el trayecto. Su plan era preciso, coherente y estaba listo para ponerse en marcha.
Erguida y tranquila, Stella se presentó y se lanzó directamente a su propuesta. Su voz resonó en la sala, cada palabra segura y precisa, tejiendo una visión convincente del futuro del proyecto.
Poco a poco, todos los presentes se inclinaron hacia ella, atraídos por la fuerza de su convicción.
Desde su asiento, Marc no pudo evitar mirarla, sintiendo un extraño cosquilleo en el pecho.
La luz del sol se colaba por las ventanas, bañando a Stella con un cálido resplandor dorado que la hacía parecer casi intocable.
Solo entonces Marc se dio cuenta de lo cautivadora que era en realidad. Durante todos esos años de matrimonio, ella había ocultado su luz tras el papel de esposa obediente, guardando en silencio su brillantez. Él había estado ciego, hasta ese momento.
Cuando Stella terminó su presentación, la sala de conferencias estalló en un aplauso espontáneo.
Los ojos del cliente brillaban con auténtico entusiasmo. —Señora Gilbert, su visión es innovadora y encaja perfectamente con lo que buscamos. Nebula tiene un futuro brillante. Señor Walsh, ¿podría compartir ahora la opinión de su empresa?
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Marc volvió a la realidad. Apartó la mirada de Stella y se obligó a concentrarse, armándose de valor mientras todos los ojos se volvían hacia él.
Bajó la mirada, frunciendo el ceño en profunda reflexión, y luego levantó la cabeza con determinación en los ojos. —La propuesta de Nebula es excelente. El Grupo Walsh se retirará de este proyecto.
Un silencio atónito se apoderó de la sala. Incluso Stella lo miró con incredulidad.
¿Qué estaba haciendo Marc exactamente?
En realidad, Marc estaba más que dispuesto a cederle el proyecto a Stella. Verla destacar en lo suyo le llenaba de un sorprendente orgullo. En comparación con verla brillar, un proyecto no importaba lo más mínimo.
El cliente le lanzó una mirada, tratando de evaluar su sinceridad. —Señor Walsh, ¿está diciendo que realmente se retira de la competición?
Marc respondió con un gesto afirmativo. —Respeto sinceramente a la directora general de Nebula y sus ideas. Creo que este proyecto estaría en las mejores manos con Nebula.
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