Fácil fue amarla, difícil fue dejarla - Capítulo 178
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 178:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Justo cuando lo enviaba, apareció otro mensaje. Era la ubicación de Sharon. Un restaurante privado al que solían ir en la universidad.
Stella sonrió.
Este recuerdo de sus días universitarios le hacía sentir como una brisa cálida.
En aquella época, le encantaba ir a ese restaurante con Sharon. La comida siempre era buena y no era muy caro. Incluso llegaron a conocer al dueño.
Pero cuando empezó a salir con Marc, él empezó a despreciar esos sitios, diciendo que eran baratos y quizá incluso sucios.
Una vez se burló: «¿Ese sitio? ¿Para qué? El chef de nuestra casa puede prepararte lo que quieras. Y si te apetece algo especial, te llevaré a un restaurante de verdad, no a un antro grasiento. No vuelvas allí».
Para mantener la paz, Stella había dejado de ir.
No esperaba que el lugar siguiera abierto. Pero ahora, con Marc fuera de escena, tal vez era el momento de recuperar una pequeña parte de sí misma.
Cuando Stella entró, Sharon ya estaba allí, haciéndole señas con esa sonrisa tan familiar. «He pedido todos nuestros platos favoritos. ¿Sigues queriendo lo mismo, verdad? ¿O te ha cambiado el gusto?».
Stella esbozó una pequeña sonrisa mientras se sentaba. «Lo de siempre. Elige tú». Estaba segura de que Sharon conocía perfectamente sus preferencias.
Sharon le acercó un vaso, se sirvió cerveza y se lo bebió de un trago.
Algo no estaba bien. La forma en que bebía, la postura encorvada de sus hombros. Stella se inclinó hacia ella, con aire preocupado. «Oye, ¿estás bien? Pareces… rara».
Sharon siempre era ruidosa, despreocupada, mordaz y encantadora. ¿Esa sombra silenciosa sentada a su lado? No encajaba. Stella podía contar con los dedos de una mano las veces que había visto a Sharon así.
Sharon dejó el vaso desechable sobre la mesa y se volvió hacia Stella con una mirada cansada. —No es nada importante, en realidad… Es solo que a veces siento que mi vida no tiene sentido. Tengo dinero, claro, pero eso es todo lo que tengo.
Se recostó ligeramente y exhaló un profundo suspiro, visiblemente abrumada por sus pensamientos.
𝐜𝐨𝐧𝐭𝐞𝐧𝐢𝐝𝐨 𝐜𝐨𝐩𝐢𝐚𝐝𝐨 𝐝𝐞 ɴσνєʟα𝓈𝟜ƒαɴ.𝓬ø𝓶
Stella se alegró de que el restaurante no estuviera lleno. Si alguien hubiera escuchado el comentario de Sharon, sin duda habría molestado a algunas personas.
«Sharon, quizá lo que realmente necesitas es enamorarte», dijo Stella con delicadeza.
Sharon siempre había sido muy reservada. Nunca había tenido novio, ni siquiera una relación esporádica. Estaba acostumbrada a estar sola.
Pero en cuanto Stella pronunció esas palabras, Sharon casi se atraganta con la cerveza.
Sharon parpadeó mirando a Stella como si acabara de oír la mayor tontería del mundo. Se señaló a sí misma, completamente desconcertada. «Espera, ¿estás hablando de mí? ¿De verdad crees que necesito enamorarme?». Para ella, esa idea era simplemente absurda.
.
.
.