Fácil fue amarla, difícil fue dejarla - Capítulo 125
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 125:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Si esta era la idea que Stella tenía de identificar el talento, rayaba en lo cómico. Flora, por su parte, tecleaba con soltura y práctica.
El problema era difícil, pero no desconocido. Había visto algo parecido antes. Solo tenía que mantener la calma y confiar en sí misma.
Pasaron diez minutos. Luego veinte.
Al llegar a los treinta minutos, la sonrisa burlona de Docie había vuelto. Pero entonces, Flora pulsó la tecla Intro con aire de determinación.
—Señorita Gilbert —dijo, apartándose de la pantalla—, lo he resuelto.
La sala se quedó en silencio. La propia Flora parecía atónita, como si las palabras hubieran salido de su boca antes de creerlas del todo. Tenía mucho miedo de equivocarse. Pero, de alguna manera… lo había conseguido.
Los demás ingenieros se inclinaron hacia su pantalla.
—Espera, ¿en serio? ¡Funciona!».
«No puede ser, Flora, eres un genio. ¡Ni siquiera sabíamos que tenías esto dentro!».
Las mejillas de Flora se sonrojaron al recibir los elogios. Sus ojos se posaron en Stella, llenos de gratitud.
«Gracias, Sra. Gilbert», dijo en voz baja. «Gracias por creer en mí».
Stella sonrió. «Hay mucho talento sin explotar en este departamento. No debería pasar desapercibido». Luego, su mirada se desplazó y se posó directamente en Docie. «¿No le parece, Sra. Myers?».
Docie se puso tensa y su expresión se agrió. ¿Flora? ¿En serio? ¿Cómo era posible?
Aún sin estar convencida, empujó a Flora y se inclinó sobre el terminal, revisando el código.
Pero por más que buscaba, no encontraba ni un solo error.
Ni uno.
Historias completas solo en ɴσνє𝓁α𝓼4ƒα𝓷.c♡𝓂 con lo mejor del romance
Stella se quedó de pie junto a ellas, con los brazos cruzados, observando con frialdad.
—Flora —dijo en voz alta, para que todos la oyeran—, a partir de ahora, tú serás la responsable del proyecto Haywood. Si surge algún problema técnico, tú te encargarás de resolverlo.
Todo el piso se llenó de murmullos. Eso era todo: Flora acababa de ser asignada a uno de los proyectos más importantes de Nebula.
Docie frunció el ceño.
—Señorita Gilbert, se supone que yo soy la responsable técnica de ese proyecto. Flora no tiene suficiente experiencia para esa responsabilidad.
Stella arqueó una ceja. —Acaba de resolver un problema que usted admitió que no podía resolver —dijo con calma—. Todos los presentes lo han visto. Su voz era firme y definitiva—. El talento merece ser reconocido, señorita Myers. Sugiero que empecemos a dejar que más personas brillen.
Antes de que Docie pudiera replicar, Stella asintió con la cabeza y se dio la vuelta para marcharse. —Está decidido.
.
.
.