Fácil fue amarla, difícil fue dejarla - Capítulo 113
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 113:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
—¿De compras? —La voz suave y burlona de William llegó hasta ella.
Stella respondió en voz baja: —Sí.
—¿Cuántos conjuntos has comprado? ¿Por qué no me los enseñas?
Ella dudó al pie de las escaleras, confundida. —¿Por qué iba a hacerlo? Ya estaba agotada después de horas de maratón en los probadores.
William se recostó con una sonrisa perezosa y cómplice. «Ahora representas a Nebula, y Steven sabe muy bien que estás vinculada a mí. Solo quiero asegurarme de que estás a la altura».
Stella frunció los labios, preguntándose en silencio si su sentido de la moda realmente le preocupaba tanto.
Aun así, subió las bolsas al piso de arriba, resignada.
Apareció con su primer vestido nuevo, un vestido color champán con un brillo luminoso. Delicadas perlas adornaban los tirantes finos, llamando la atención con elegancia hacia su cuello de cisne.
La mirada de William se posó en Stella cuando ella se detuvo ante él, y el más leve movimiento de su nuez delató su atención.
Su cabello caía en ondas brillantes por su espalda, reflejando la luz y balanceándose con cada movimiento, con un encanto discreto pero innegable.
Con un giro casual, abrió los brazos y buscó su opinión.
—¿Qué te parece este? No es demasiado vergonzoso, ¿verdad? La expresión de William apenas cambió. —Está bien.
Ella arqueó una ceja, poco impresionada. —¿Bien?
Al darse la vuelta, Stella le lanzó una mirada significativa, criticando en silencio su falta de gusto. Este vestido era glamuroso sin esfuerzo, ¿y lo único que se le ocurría decir era «está bien»?
Después, probó algunas opciones más, cada vestido ceñido a su figura a su manera, con solo pequeñas variaciones en el tono y el corte. Finalmente, reapareció con su última elección: una falda lápiz entallada combinada con una camisa azul claro impecable.
Era un atuendo estándar para la oficina, pero Stella lo llevaba con una confianza que lo hacía magnético: sus delgadas pantorrillas se vislumbraban bajo el dobladillo y cada movimiento era silenciosamente tentador.
Últimos cαριᴛυʟσѕ en ɴσνє𝓁a𝓈4ƒ𝓪𝓷.𝒸o𝓂
William se recostó en su silla, fingiendo indiferencia, mientras sus ojos se posaban en ella más tiempo del que pretendía. Rápidamente apartó la mirada, pero la curiosidad pudo más que él y volvió a mirar con la misma rapidez.
—¿Lo has comprado una talla más pequeña? —preguntó, con un tono deliberadamente casual.
Stella esbozó una sonrisa seca y cómplice. —Creo que conozco mi talla mejor que tú.
William estaba seguro de que le quedaba perfecta, pero ese no era el problema. Lo que realmente le llamaba la atención era lo atrevido que le quedaba.
Stella dio otra vuelta, dejándole ver el conjunto completo antes de lanzarle una mirada por encima del hombro. —¿Ya has terminado de mirar? ¿Puedo irme a la cama?
.
.
.