Fácil fue amarla, difícil fue dejarla - Capítulo 1071
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos dos veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1071:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
Jeff entró y dejó una bolsa de papel sobre la mesa. Su mirada se detuvo en la gasa manchada de sangre que envolvía el antebrazo de Stella, y frunció el ceño. —Stella —dijo con suavidad—, déjame ocuparme de eso. El vendaje está flojo. Si lo dejas así, podría infectarse.
El primer instinto de Stella fue rechazarlo, pero después de echar un vistazo a su torpe intento de cambiar los vendajes, cedió con un pequeño gesto de asentimiento. «Gracias. Te lo agradezco».
Para su sorpresa, las manos de Jeff eran increíblemente delicadas. Desenrolló con cuidado la vieja gasa, limpió la herida como si lo hubiera hecho cientos de veces antes, aplicó pomada y sacó vendas y esparadrapo nuevos de su bolsa para volver a vendarla.
Todo se hizo de forma rápida y fluida, en apenas cinco minutos. Curiosa, Stella ladeó la cabeza. «Tienes mucha habilidad. ¿Dónde has aprendido a hacer todo esto?».
Jeff siguió concentrado en fijar bien el vendaje. «Mi madre lleva años enferma. Yo soy quien se ha encargado de cuidar sus heridas».
Las palabras impactaron a Stella más de lo que esperaba. Se dio cuenta de que su pregunta había sido imprudente: él le había hablado de su madre hacía mucho tiempo.
Bajó la mirada, un poco avergonzada. «Lo siento… No era mi intención sacar el tema».
Jeff le dedicó una sonrisa suave y tranquilizadora. «No pasa nada. Ya lo sabías. No me lo he tomado a mal».
Una vez que terminó, Jeff no se apresuró a marcharse. En cambio, sacó una pila de papeles y deslizó uno delante de ella. «Oye, tengo algunas preguntas sobre mi última investigación. ¿Te importaría ayudarme?». Parecía un poco tímido al respecto, como si se sintiera mal por molestarla mientras estaba herida.
Pero a Stella no le importó en absoluto. Le explicó todo con paciencia, aclarándole todo lo que necesitaba saber.
Antes de que se dieran cuenta, había pasado una hora.
Sigue leyendo en ɴσνє𝓁α𝓼4ƒα𝓷.c♡𝓂 para seguir disfrutando
Al darse cuenta de que le había quitado tiempo de su descanso para almorzar y aún tenía más preguntas, Jeff se levantó rápidamente. «Lo siento, Stella. No era mi intención ocupar todo tu descanso. Volveré mañana. No te molestaré más hoy».
A partir de ese día, Jeff empezó a aparecer más a menudo, casi todos los días, en realidad. Al principio, todo era académico: preguntas sobre su trabajo y debates sobre sus investigaciones.
Pero poco a poco, sus conversaciones se volvieron más informales, más personales.
La gente del instituto de investigación empezó a darse cuenta. Sandra, que era amiga de Stella, se había acostumbrado a ver a Jeff por allí y entendía que solo era un estudiante al que Stella estaba ayudando.
Pero no todo el mundo conocía la historia completa. En poco tiempo, comenzaron los rumores. La gente empezó a susurrar que Stella podría haber encontrado un nuevo amor, y nada menos que un hombre más joven.
Los chismes se extendieron como la pólvora.
Una tarde, William estaba en la oficina de Paul, tomando té, cuando Paul sacó el tema con cautela.
«Ese chico que ha estado visitando mucho a Stella últimamente, es más joven que ella, ¿verdad?», preguntó Paul, tratando de parecer despreocupado, aunque era evidente que andaba con cuidado. «No estarán… juntos, ¿verdad?».
William frunció el ceño al oír la pregunta. Levantó la taza de té y, aunque mantuvo un tono ligero, su irritación era evidente. «¿Qué quieres decir?».
.
.
.