Fácil fue amarla, difícil fue dejarla - Capítulo 1049
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Capítulo 1049:
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La visita de hoy lo dejó dolorosamente claro. Apenas dijeron tres frases que mostraran una preocupación real por ella; el resto de la conversación giró en torno a Stella.
¿Por qué siempre tenía que estar en segundo plano respecto a Stella?
Estaba harta. Ya era suficiente.
Sentada en su coche, Nina sacó su teléfono y hizo una llamada. «Averigua todo lo que puedas sobre Erebus. Quiero todos los detalles, todo».
Si su abuelo y su primo pensaban que la investigación de Stella era tan importante, entonces muy bien: ella misma investigaría a Erebus. Personalmente.
De vuelta en la finca Carter, en el estudio, Karson y Lance seguían enfrascados en la discusión.
«¿Debería llamar a Stella? ¿Pedirle que venga?», preguntó Lance. Algunas cosas eran más fáciles de decir cara a cara.
Pero Karson negó con la cabeza. —Stella es terca. Si nota que la familia quiere involucrarse, se echará atrás.
—¿Y entonces qué?
Karson miró por la ventana, perdido en sus pensamientos. —Primero, tenemos que averiguar cuál es el objetivo final de Erebus. Solo intervendremos cuando sea absolutamente necesario. Y esa información… ¿Dicen que la gente de Erebus la encontró con Stella? Investiga eso. Quiero saber cómo sucedió.
Lance ya se había puesto manos a la obra. —Sí, mi equipo lo está investigando. Pronto tendremos algo.
Karson juntó las manos a la espalda y habló en voz baja y firme. —Erebus tiene ojos y oídos tanto en la política como en los negocios. No queremos provocar al oso a menos que sea necesario.
«No te preocupes, abuelo».
Intercambiaron una mirada, llena de preocupación tácita por Stella.
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Al otro lado de la ciudad, el sol de la tarde entraba en una cafetería llamada Ink Aroma, proyectando suaves sombras sobre las mesas de madera.
Stella llegó diez minutos antes y se sentó en un rincón tranquilo junto a la ventana. Se sentó y, distraída, pasó el dedo por el borde de la taza de café.
Por la mañana, William la había llamado. Sabía que ella no trabajaba ese día en el instituto de investigación y que Steven se estaba encargando de todo en Nebula. Le había pedido que se reunieran.
Al principio ella dudó. Una parte de ella no quería lidiar con eso. Pero evitar las cosas tampoco la llevaba a ninguna parte.
William se estaba volviendo molesto y persistente. Incluso cuando ella no quería hablar, él encontraba la manera de volver a aparecer en su vida.
Así que accedió. Hoy aclararía las cosas de una vez por todas.
William llegó justo a tiempo. Vestido con una camisa gris pizarra que resaltaba su fuerte complexión, se acercó a la mesa con paso decidido y silencioso.
Cuando se sentó frente a Stella, sus ojos se posaron en ella, intensos, conflictivos, inquisitivos.
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