Ese príncipe es una chica: La compañera esclava cautiva del malvado rey - Capítulo 879
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 879:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Zaiper parpadeó. «¿Por qué qué?».
¿Por qué nunca te miré? ¿Por qué nunca se me ocurrió que eras tú quien movía los hilos?
Zaiper entrecerró los ojos. ¿Por qué sigue sonando tan tranquilo? ¡Debería estar hirviendo, incapaz de controlar esta violenta represalia!
—Porque no eras más que una rata. Un cobarde que no merecía mi atención. Una criatura chillona e intrigante, demasiado asustada para enfrentarte a mí como alfa, así que te escondiste en las sombras, arañando y golpeando desde la oscuridad. —La voz de Daemonikai era clara y firme—. No podías desafiarme por el Primer Trono. No te atrevías. No con el rabo entre las piernas cada vez que reconocía tu presencia.
El rostro de Zaiper se contorsionó.
«Te esforzaste mucho por ocultar tus pequeños trucos», continuó Daemonikai. «Porque en el fondo sabías lo que eras. No un rival. No un guerrero. Sino una rata de alcantarilla, aterrorizada por la mirada del león».
La vergüenza atravesó a Zaiper. La rabia brotó en su interior, pero no tenía palabras para expresarla.
«¿Por qué no te miraba?», preguntó Daemonikai bajando ligeramente la voz. «Porque nunca te consideré lo suficientemente importante como para preocuparme por ti».
Dragaxlov siempre había resentido a los Naelzharoth, pero el sentimiento nunca fue mutuo. Simplemente no nos importaban lo suficiente como para corresponderles. Te di demasiado crédito —dijo en voz baja—. Supuse, incluso con nuestra historia, que tenías al menos una pizca de honor. No sabía que tu cobardía era más profunda que la sangre que corre por tus venas. Fue un error por mi parte y asumo toda la responsabilidad. Pero dime, Zaiper —su voz era lenta y prolongada—, ¿qué se siente al haber vivido cinco mil años rebosante de odio… por un hombre que ni siquiera te dedicó un segundo de su tiempo?
Zaiper no pudo contener un gruñido. Ese idiota…
«¿Qué se siente al haber alimentado todos esos sueños retorcidos, solo para fracasar en todos y cada uno de ellos?».
Capítulos recientes disponibles en ɴσνєℓα𝓼4ƒα𝓷.ç0𝓂 con nuevas entregas
El pecho de Zaiper se agitaba con respiraciones rápidas y superficiales. Cada respiración le quemaba como el fuego, rasgándole los pulmones, pero no podía parar.
Daemonikai ladeó la cabeza. —¿Qué se siente al no ser más que un saco de vergüenza, colgado boca abajo en una jaula, mirándome a mí, vivo, entero e invicto? —Sonrió—. Ahora tengo una nueva familia. Un hijo y una hija de mi sangre. Un reino en paz. Y una compañera, la misma que creías haber destrozado, esperando para recibirme con los brazos abiertos en cuanto cruce la puerta.»
Zaiper despreciaba las imágenes mentales que esas palabras evocaban. Intentó silenciarlas, pero no pudo. El dolor en su cuerpo, adormecido por el breve subidón, volvió rápidamente.
.
.
.