Enamorarme de nuevo de mi esposa no deseada - Capítulo 1307
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Capítulo 1307:
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La expresión de Catherine no se alteró. Miró fijamente a Gillian, impasible ante sus lágrimas y sus súplicas desesperadas.
Dijo: «Cualquiera que sea el problema por el que esté pasando tu familia ahora, es culpa tuya. Cuando Niko y tú tramabais hacerme daño, debías saber que habría consecuencias».
Gillian levantó la cabeza, con la voz llena de resentimiento. «Catherine, ¿de verdad eres tan despiadada? Me he humillado suplicándote, pero sigues impasible. ¿Qué, tengo que suplicarte de rodillas para que me ayudes?».
Catherine esbozó una fría sonrisa mientras inclinaba la cabeza. —Adelante, entonces. Arrodíllate.
El rostro de Gillian se congeló y se le cortó la respiración.
Se quedó boquiabierta, mirando a Catherine, atónita.
Había sugerido la idea de forma casual, sin esperar que Catherine le pidiera realmente que lo hiciera.
¿Catherine hablaba en serio?
Catherine levantó una ceja y dijo en tono burlón: —Tú dijiste que arrodillarte podría hacerme cambiar de opinión, ¿no? Entonces, ¿qué te detiene? Hazlo.
Los ojos de Gillian permanecieron fijos en Catherine. Entonces, con un repentino apretón de mandíbula, tomó una decisión. —Está bien, Catherine. Si tanto quieres que me arrodille, ¡lo haré!
Rápidamente se arrodilló ante Catherine, y el sonido del impacto resonó en el aire.
Belinda no pudo reprimir una leve sonrisa al ver la escena.
Gillian sabía muy bien cuándo ceder.
Arrodillada, Gillian miró a Catherine con ojos suplicantes.
—Catherine, te lo ruego, por favor, déjalo pasar solo esta vez, ¿vale? Te lo juro, nunca volveré a cruzarte el camino. A partir de ahora mantendré las distancias, lo prometo.
Catherine la miró con desdén, con los labios curvados en una sonrisa fría.
—Ni lo sueñes.
—¿Qué? —exclamó Gillian, con los ojos llenos de furia mientras miraba a Catherine.
Aquello fue la gota que colmó el vaso. Se puso en pie de un salto y señaló a Catherine con un dedo tembloroso.
—¡Eres una farsante, Catherine! Me llamas mala amiga, pero ¿y tú qué? ¡Nunca has sido sincera conmigo! Tu familia no es una familia cualquiera, ¿verdad? ¡Vienes de una familia poderosa y me lo has ocultado todo este tiempo! ¡Me has estado mintiendo!
Después de todo lo que había pasado, Gillian por fin lo había comprendido: la familia de Catherine estaba lejos de ser normal.
Si hubiera sabido desde el principio que Catherine procedía de una familia poderosa, nunca se habría aliado con Niko.
Catherine soltó una risa aguda y sin humor.
Mantuvo la compostura mientras sostenía la mirada de Gillian.
—Sea cual sea la situación de mi familia, es asunto mío. Yo decido lo que quiero compartir y lo que no. Si crees que mantener mi privacidad significa que no soy una amiga de verdad, entonces no hay nada más que decir. De todos modos, a partir de ahora no tendremos nada que ver la una con la otra.
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