Enamorarme de nuevo de mi esposa no deseada - Capítulo 1190
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Capítulo 1190:
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En una habitación de hotel en Soling,
Sarai estaba paralizada, con los dedos aún aferrados al teléfono.
Estaba en estado de shock. Nunca había imaginado que Kenia fuera tan cruel con ella. Kenia había hablado en serio: ¡rompía toda relación con ella!
¿Cómo podía estar pasando esto?
Ahora estaba abandonada en una ciudad extranjera sin nadie a quien recurrir.
Había vivido una vida privilegiada durante tanto tiempo: coches de lujo, restaurantes elegantes, una casa espaciosa. Nunca había tenido que mover un dedo. Incluso su seguridad financiera estaba garantizada, gracias a las generosas asignaciones que Belinda le enviaba cada mes como recompensa por cuidar de Kenia.
Pero ahora… Todo se había esfumado.
Se había quedado sin nada.
¿Empezar de cero? Solo pensarlo le resultaba insoportable.
Al principio, había pensado que sería algo temporal. Creía que, al cabo de un tiempo, Kenia se calmaría y podría llamarla, fingir unas lágrimas y suplicarle que la perdonara. Seguro que Kenia convencería a Belinda para que la aceptara de nuevo.
Pero había calculado mal. Belinda se lo había contado todo a Kenia. Y Kenia… Su reacción había sido mucho más dura de lo que había previsto. Kenia hablaba en serio cuando dijo que quería romper con ella.
El pánico se apoderó del pecho de Sarai, dificultándole la respiración. Desesperada, cogió el teléfono y marcó el número de Holley.
Holley respondió rápidamente. «¿Hola?».
En cuanto oyó la voz de Holley, Sarai se derrumbó por completo. —¡Holley! He llamado a Kenia y me ha dicho que quiere romper toda relación conmigo. ¿Qué voy a hacer?
Holley se quedó rígida al oír esas palabras y se le encogió el corazón.
Así que Kenia iba en serio esta vez.
Exhalando lentamente, Holley habló con gravedad. —Kenia ha salido del hospital, pero en lugar de volver a casa, se ha ido directamente a casa de Belinda. No solo se niega a verme, sino que ni siquiera me devuelve las llamadas.
Sarai se puso aún más pálida.
Holley continuó con un profundo suspiro: —Esta vez hemos ido demasiado lejos. Mi madre… no nos perdonará. No es solo tú, ni siquiera yo sé cómo arreglar esto.
No exageraba.
Los sollozos de Sarai se hicieron más fuertes. «¿Qué voy a hacer? Nunca he vivido sola, ¡siempre he tenido a Kenia! Ahora me han echado de Owathe y me he quedado tirada en una ciudad donde no conozco a nadie. No tengo habilidades, ni contactos, ¡nada! ¿Cómo voy a sobrevivir?».
Holley permaneció en silencio, con el ceño ligeramente fruncido.
Tras una larga pausa, Sarai sollozó y dijo: «Holley… Tú no me abandonarás también, ¿verdad? Cuidarás de mí, ¿no?».
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Nota de Tac-K: Tengan un muy bonito fin de semana lindas personitas, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (˵ •̀ ᴗ – ˵ ) ✧
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