Enamorarme de nuevo de mi esposa no deseada - Capítulo 1115
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Capítulo 1115:
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El corazón de Holley latía con fuerza. Ahora no había duda: Sarai lo había visto. Sin embargo, Holley creía que no tenía más remedio que seguir negándolo.
Manteniendo su sonrisa serena, Holley dijo: «Sarai, estás muy equivocada».
Sarai se apartó un mechón de pelo detrás de la oreja, sin alterar su actitud. «Holley, estoy segura de lo que vi. Pero si quieres seguir negándolo, no pasa nada. No te voy a presionar. Sin embargo, llamaré a Belinda más tarde para contárselo. A ver si recuerda algo de que le inyectaran cuando era niña».
Hizo una pausa y añadió con una leve sonrisa: «Ah, y Holley, también debería mencionar que no fue solo una vez. Lo vi suceder unas cuatro veces. Una vez podría ser un error, pero ¿varias veces? Seguro que no me equivoqué». Sus palabras eran una clara amenaza.
La máscara de calma de Holley finalmente se resquebrajó. Esto no podía salir a la luz. Si Belinda o Lucas descubrían que ella le había inyectado algo a Belinda, lo primero que pensarían sin duda sería que se trataba de hormonas. Y si eso ocurría, sería el fin para ella. No había forma de que pudiera explicarlo.
Incluso si seguía negándolo y afirmaba que Sarai se equivocaba, la mera sugerencia sembraría la duda en la mente de Belinda y Lucas. El riesgo era demasiado grande. No podía permitir que eso ocurriera.
Respirando hondo, Holley miró fijamente a Sarai, con una mirada fría y penetrante. Su voz era tensa, cada palabra era cortante. —Dime tu precio. ¿Qué tienes que hacer para mantener la boca cerrada?
Esto significaba que estaba cediendo.
Sarai esbozó una leve sonrisa burlona y levantó una ceja mirando a Holley.
—Entonces, Holley, ¿ya no lo niegas? —preguntó.
La expresión de Holley se ensombreció y su ira estalló cuando espetó: «¡Basta ya! ¡Di lo que quieres! ¿Qué es lo que quieres exactamente?».
Sarai hizo una pausa y apretó los labios brevemente antes de responder: «Holley, hay algo que te he ocultado a ti y a Kenia todo este tiempo. La verdad es que… yo también estoy enamorada del Sr. Clark».
Holley abrió los ojos como si hubiera visto un fantasma al oír eso.
—¿Tú… estás enamorada del Sr. Clark? —tartamudeó, con la mente dando vueltas.
Por dentro, hería de rabia, maldiciendo a Sarai por su audacia. ¿Cómo podía alguien como Sarai, que carecía tanto de belleza como de estatus, atreverse a fijarse en Lucas? ¿Sarai quería competir con Kylee por el afecto de Lucas? ¡Cómo se atrevía!
Sarai asintió con firmeza, con voz firme. —Sí, lo amo.
Holley endureció el tono y preguntó: —¿Y qué? ¿Qué tiene eso que ver conmigo?
Sarai la miró fijamente, con tono calculador. —Ahora que el señor Clark ha vuelto con Belinda, y tú eres la madre de Belinda, él te mostrará cierto respeto. Mi petición no es descabellada. Solo te pido que me ayudes discretamente a conseguir mi objetivo.
Recalcó las últimas palabras, dejándolas flotando en el aire.
Holley soltó una risa burlona. —¿Tu objetivo? No me digas que realmente crees que puedes casarte con el señor Clark.
Sarai negó con la cabeza. —No estoy delirando. Sé que el matrimonio es imposible, al menos por ahora. Así que… mi objetivo es más sencillo. Solo quiero pasar una noche con él.
Su plan era sencillo. Si conseguía pasar una noche con Lucas, estaba segura de que podría cautivarlo. Creía que sus habilidades en la cama lo dejarían deseando más y, a partir de ahí, podría poco a poco hacer que fuera incapaz de dejarla.
La seducción era su estrategia, pero sabía que no podía hacerlo sola.
Por eso, tras escuchar la conversación entre Holley y Kenia, Sarai se dio cuenta de que por fin había llegado su oportunidad.
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