Enamorarme de nuevo de mi esposa no deseada - Capítulo 1057
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Capítulo 1057:
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Mientras tanto…
El silencio en el coche era pesado, cargado de palabras no dichas, hasta que Nigel finalmente lo rompió. —Devin, ¿qué le has dicho exactamente a Belinda?
Devin giró ligeramente la cabeza. —Le he confesado mis sentimientos…
Nigel se quedó atónito por un momento.
No esperaba que Devin le abriera su corazón en un momento así.
Sin embargo, al notar la expresión abatida en el rostro de Devin, ya se imaginaba cómo habían ido las cosas.
«Belinda me rechazó de forma tajante», continuó Devin, esbozando una sonrisa amarga. «Sin pensárselo dos veces».
Exhaló profundamente antes de añadir: «Y luego me dijo que ella y Lucas habían vuelto».
Nigel parpadeó, tomado por sorpresa de nuevo.
¿Belinda y Lucas estaban juntos?
A pesar de la sorpresa inicial, Nigel sintió una profunda admiración por Belinda.
Belinda había manejado la situación con notable claridad. No había habido vacilaciones, ni rechazos a medias que dejaran lugar a la esperanza. Aunque era un poco cruel, era sin duda la mejor opción para ambos. Lamentablemente para Nigel, en el fondo, se dio cuenta de que Belinda no estaba destinada a formar parte de su familia.
Suspirando, Nigel puso una mano tranquilizadora sobre el hombro de Devin. —Devin, es hora de que sigas adelante.
Devin no dijo nada, con la mirada fija en la carretera y el rostro impenetrable.
Belinda y Lucas ya se habían retirado al dormitorio.
Se sentaron juntos en el lujoso sofá. Belinda se recostó perezosamente contra el hombro de Lucas.
Le gustaba mucho apoyarse así en él.
Con un brazo alrededor de Belinda, Lucas rompió el silencio con voz profunda y llena de emoción. —Belinda… Lo siento mucho.
Sus palabras hicieron que Belinda levantara la cabeza, con curiosidad en los ojos. —¿Arrepentido de qué?
Lucas exhaló profundamente, con voz llena de remordimiento. —Lamento… no haberme dado cuenta antes de lo que sentía por ti. Ojalá no hubiera estado tan ciego, tan despreocupado por lo que tenía delante. Si hubiera reconocido lo diferente y especial que eras para mí y hubiera admitido que ya me había enamorado de ti en aquel entonces, ¿habríamos terminado divorciados?
Belinda respondió: «Sí, lo habríamos hecho».
Lucas frunció el ceño, confundido. «¿Por qué?».
Belinda lo miró a los ojos, con voz tranquila y firme. «Porque amarte era como una batalla que no dejaba de perder en aquella época, y yo solo… quería dejar de luchar. Por una vez, necesitaba ser egoísta, elegirme a mí misma antes que a ti».
Sus palabras provocaron una punzada de culpa en el corazón de Lucas.
En aquel entonces había sido un tonto. Un tonto obstinado que había herido a la persona que más le importaba.
Respiró hondo y se volvió hacia Belinda, con sinceridad irradiando de su expresión. «A partir de ahora, déjame ser yo quien te ame. No tienes que cargar con todo el peso tú sola, solo dame un pedacito de tu corazón. Es lo único que te pido».
Belinda le dedicó una leve sonrisa, pero no dijo nada.
Al cabo de un momento, Lucas pareció pensar en algo. —Belinda, si las cosas no hubieran salido como salieron… ¿habrías considerado alguna vez darme una segunda oportunidad?
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