Ella se llevó la casa, el auto y mi corazón - Capítulo 612
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 612:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Ashley explicó: «Me preguntó por qué mi teléfono tenía un sistema de seguridad instalado por K».
«Dame tu teléfono», dijo Freya.
«Claro. Aquí tienes».
Ashley obedeció y le entregó su nuevo dispositivo.
Freya lo conectó a su ordenador portátil con un cable de datos, ejecutó un programa y, una vez que todo estuvo listo, se lo devolvió a Ashley, indicándole que lo guardara.
«¿Qué ha sido eso?», preguntó Ashley al volver.
«A partir de ahora, solo utiliza esa aplicación para contactar conmigo», dijo Freya. «Ni llamadas, ni mensajes de texto».
Ashley asintió. «De acuerdo».
Freya respondió con un simple gruñido.
La aplicación era creación suya, oculta bajo capas de código encriptado.
Incluso si alguien intentara hackear el teléfono, nunca la encontraría.
—Freya.
—¿Sí?
—¿Cómo… cómo sabe él mi situación? ¿Y cómo sabía que estaba hablando por teléfono hace un momento?
—Probablemente solo haya sido pura suerte —supuso Freya—. Puede que llamara justo cuando empezamos a hablar.
Ashley dudó y luego miró la pantalla.
Una vez que se calmó, se dio cuenta de que tenía una notificación de llamada perdida parpadeando. Antes, en su estado de nerviosismo, la había descartado como otra ventana emergente del sistema de su nuevo teléfono.
—¿Y qué hay de la pantalla que se quedó en negro? —preguntó Ashley.
—Fue su hacker —respondió Freya sin andarse con rodeos—. Por la forma en que opera, probablemente también revisó las cámaras cercanas a tu casa.
Ashley parpadeó, sorprendida. —¿Un hacker?
Solo había visto eso en las películas.
Sus pensamientos volvieron a la llamada. —¿Y la «K» que mencionó?
«Otro hacker». Freya no dijo nada más.
Pero los ojos de Ashley lo decían todo: había atado cabos. Sabía que la «K» se refería a Freya.
Freya no lo confirmó. «Sigue como si nada. Finge que no sabes nada».
«Vale…», murmuró Ashley, todavía aturdida.
Freya se levantó, preparándose para marcharse.
Ashley, recordando lo más importante, preguntó: «¿Hará daño a mi abuela y a mi hermano?».
«Tanto si lo planea como si no, no es algo de lo que debas preocuparte ahora», le aseguró Freya. «Ya he tomado medidas para mantenerlos a salvo. Estarán bien».
—Gracias, Freya.
.
.
.