Ella se llevó la casa, el auto y mi corazón - Capítulo 584
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Capítulo 584:
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Freya giró la pieza de ajedrez que tenía en la mano y finalmente dijo: «Kristian Shaw».
—¿Qué?
—¿Kristian Shaw?
—Kristian Shaw —repitió Freya con tranquila compostura.
Josiah estaba aturdido. No podía entenderlo. ¿No era Kristian el joven cortés y honrado que siempre había conocido? —¿Te refieres al actual presidente del Grupo Shaw en Jeucwell? ¿Ese Kristian Shaw?
—Sí —asintió Freya.
—¡No puede ser! Cada vez que lo he visto, siempre ha sido muy educado y cortés. ¿Cómo es posible…? —Josiah sacudió la cabeza, incrédulo.
A los ojos de Josiah, Kristian siempre había sido irreprochable. Trataba a los mayores con respeto y a los empleados con generosidad. Incluso cuando amenazaba en broma con quitarle la bonificación a Gerard, nunca se lo quitaba. Pero un hombre así, ¿no valoraba a Freya? Josiah no podía entenderlo.
Aun así, confiaba en la palabra de Freya. Ella no mentiría.
—En aquel entonces no le hablé de mi familia —explicó Freya en voz baja—. Él quería conocer a mi padre, pero yo me negué.
Josiah parecía aún más perplejo. —Bueno…
—Josiah, te toca —Freya cambió de tema, esperando que él volviera al juego.
Pero Josiah no podía concentrarse. Sus pensamientos estaban enredados en las revelaciones de Freya.
Ahora tenía sentido que Kristian le hubiera mencionado el otro día que Norah había sido cruel con Freya. Josiah había pensado que era solo por motivos de trabajo. Nunca había imaginado que hubieran sido pareja.
Freya, al darse cuenta de su aturdimiento, lo llamó suavemente: —¿Josiah?
—¿Te importaría si te pregunto por qué te divorciaste?
—No éramos compatibles.
Esas simples palabras lo decían todo.
Era evidente que habían pasado muchas cosas entre ella y Kristian. De lo contrario, ¿cómo podrían dos personas tan capaces acabar separándose?
Josiah dejó escapar un suave suspiro.
Durante los siguientes veinte minutos, jugó distraído, demasiado distraído para concentrarse realmente en la partida.
No dejaba de pensar en emparejar a Freya con Ellis. Pero ¿le importaría a Ellis el pasado de ella?
A Josiah no le importaba, Freya era excepcional, pero la opinión de Ellis era un misterio.
Cuanto más lo pensaba, más se le nublaba la mente.
«Josiah», llamó Freya, señalando sus piezas, que estaban a punto de ser jaqueadas.
—Tienes que concentrarte.
Josiah levantó la vista e hizo su jugada.
Tras unas cuantas jugadas más, le surgió otra pregunta. —¿Tu capitán sabe esto?
Freya parpadeó, momentáneamente desconcertada. No estaba segura de por qué había mencionado a su capitán en ese momento.
Aun así, respondió: —Sí, lo sabe.
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