Ella se llevó la casa, el auto y mi corazón - Capítulo 499
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Capítulo 499:
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Gerard se quedó paralizado. ¿Cómo iba a decirle a su jefe que Freya había tirado sin piedad el ramo?
«¿Estás sordo?», preguntó Kristian con voz aguda y tono frío.
«Sí que recibió las flores», respondió Gerard, tratando de suavizar el golpe y desviando la mirada con torpeza. «Pero las tiró casi inmediatamente».
La expresión de Kristian se ensombreció. ¿De verdad le disgustaba tanto? Gerard dudó, sin saber si debía continuar.
«Hay algo que no sé si debería decir».
Kristian respondió con frialdad: «Entonces no lo digas».
«Es obvio que la señorita Briggs no está interesada en ti. Si sigues insistiendo, solo conseguirá que se…», dijo Gerard de todos modos.
Kristian había ignorado todos los consejos anteriores, lo que le había llevado al divorcio. Si seguía así, Freya podría hacer algo más que ignorarlo, podría incluso llegar a pegarle.
La mirada de Kristian se volvió más fría. «¿No te he dicho que no hables?».
Gerard se quedó en silencio. La vida amorosa de su jefe era un completo desastre.
«Sigue enviando las flores», ordenó Kristian con tono seco. «Un ramo cada día. No pares hasta que yo te lo diga».
Mirando a su jefe, increíblemente obstinado, Gerard no tuvo más remedio que asentir. «Entendido».
Al día siguiente, Freya recibió otro ramo de Kristian, y los rumores en la oficina alcanzaron un nuevo nivel.
Freya odiaba ser el centro de atención.
Después de tirar el segundo ramo, le envió un mensaje directamente a Kristian. «Deja de enviarme flores».
Sus palabras eran sencillas, directas e inconfundiblemente suyas. Nunca se molestaba en ocultar lo que sentía.
Kristian le respondió rápidamente. «Según el guion, yo te estoy cortejando».
Freya se detuvo y entonces lo comprendió.
Como Ashley había ido por ahí diciendo que Kristian estaba persiguiendo a Freya, el cerebro no había hecho ningún movimiento audaz. Pero si no pasaba nada entre ella y Kristian, la mentira de Ashley quedaría al descubierto.
Mientras Freya lo pensaba, se frotó las sienes, sintiendo ya cómo la tensión se apoderaba de ella.
¿Por qué ese hombre iba tras Kristian? Si no hubiera habido rencor, podría haberse tomado su tiempo para conspirar con Greta y los demás. Pero si ese hombre no hubiera puesto a Kristian en su punto de mira, ella y Kristian quizá nunca se habrían divorciado.
Al fin y al cabo, fue ese hombre quien puso a Ashley en su contra.
Kristian se dio cuenta del silencio: Freya aún no había respondido a ninguno de sus mensajes. Sus dedos se cernían indecisos sobre el teclado, tamborileando contra las teclas mientras una maraña de emociones se agitaba en su interior. Por fin, escribió otro mensaje y pulsó enviar.
«Una vez que se haya resuelto toda esta situación, si sigues sin querer saber nada de mí, dejaré de molestarte».
Los últimos días le habían hecho ver la realidad.
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