Ella se llevó la casa, el auto y mi corazón - Capítulo 377
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 377:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
—Mack. Mack, ha venido tu padre.
Mack se sobresaltó visiblemente. Se levantó de un salto. —¿Estás seguro?
—Ya está entrando —dijo la persona con urgencia.
—Entreténlo. Dile que estoy entrenando —dijo Mack, ideando rápidamente un plan—. Me reuniré con él en la sala de recepción en cinco minutos.
—Entendido.
De repente, se oyó una voz autoritaria, aguda e inconfundible. «¿Por qué no me enseñas cómo se entrena en un restaurante?». Mack se quedó paralizado, atónito. ¿Cómo había llegado su padre tan rápido?
Se enderezó inmediatamente y saludó al hombre que entraba.
Llevaba un uniforme militar que le confería una autoridad natural. Aunque tenía cuarenta y tantos años, apenas aparentaba treinta.
—¿No estabas de permiso por algo importante? ¿Y aquí es donde has acabado? —Brady Russell, el padre de Mack, era todo un comandante severo—. Vuelve al entrenamiento ahora mismo. Si faltas a tus obligaciones, te confinarán.
—Espera, papá —dijo Mack, encogiéndose visiblemente bajo la mirada de su padre.
—Me tomé un permiso porque Kristian estaba visitando el campo de tiro. No viene a menudo y quería ver si todavía está en forma.
Al oír su nombre, Kristian se levantó y se acercó, saludando respetuosamente: —Buenos días, señor Russell. Brady asintió levemente con la cabeza.
Tenía en alta estima a Kristian, y su temperamento se calmó.
Mack exhaló aliviado, sintiendo que había evitado una buena reprimenda. —Volveré al entrenamiento después de comer. No holgazanearé, lo prometo. Su padre lo miró con autoridad y expectación, pero no dijo nada más.
Mack lo entendió como una aprobación.
—Por cierto, papá —añadió, pensando de repente en Freya, con una sonrisa que se le iluminó—, ¡déjame presentarte a alguien increíble!
Freya acaba de enfrentarse a Kristian en una competición de 300 metros y ha dado en el blanco de un solo tiro. ¡Es impresionante!».
Mack sonrió como si hubiera descubierto oro.
Brady siguió su mirada y se quedó paralizado al ver el rostro de Freya, en cuya expresión se dibujó un destello. Freya se encontró con su mirada.
No intercambiaron palabras, pero sus miradas transmitían pensamientos tácitos.
—¿Ya estás pensando en reclutarla? —bromeó Mack, que conocía muy bien a su padre.
Brady se acercó a Freya. —¿Cómo te llamas?
—Freya Briggs —respondió ella.
Brady lo captó al instante y habló con su tono formal habitual—. ¿Podemos hablar en privado? Hay algo que me gustaría discutir.
—Claro, por favor —dijo Freya educadamente, con voz serena.
Se alejaron juntos.
Mack le dio una palmada en el hombro a Kristian. —¿Crees que tu exmujer cederá ante mi padre?
—¿La conoce? —preguntó Kristian de repente.
Mack parpadeó sorprendido.
Miró a Kristian, desconcertado. —¿Cómo es posible? ¿No has oído que le ha preguntado su nombre?
.
.
.