Ella se llevó la casa, el auto y mi corazón - Capítulo 218
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Capítulo 218:
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«No te mentí», murmuró, con la voz temblorosa, tratando de despertar una pizca de comprensión.
«Sé que metí la pata antes con lo que dije sobre Freya y tu hermano, pero créeme, esta vez no miento. Si dudas de mis palabras, adelante, investiga. Te lo juro, no conozco a ese hombre».
Ashley sabía que, por mucho que Kristian indagara, no descubriría nada. Ese hombre era mucho más hábil que ella para ocultar sus huellas y revelar la verdad.
Kristian dejó caer la conversación sin insistir más, con un silencio pesado y elocuente.
Las pruebas eran irrefutables: las fotos no habían sido manipuladas y la verdad de Ashley era una red de mentiras.
Las lágrimas rompieron sus defensas y se derramaron con auténtico terror.
Con expresión impenetrable, Kristian se limitó a decir:
«Te creo.
—¿Tú… tú me crees? —La voz de Ashley se quebró, sorprendida por su repentino ablandamiento.
—¿Cómo no podría? —Kristian tocó la carpeta de archivos, un gesto breve y tierno antes de formular una grave exigencia.
—Pero aún hay una cosa que debes aclarar.
Ashley, con los nervios a flor de piel y temblando como una campana de alarma, tomó un sorbo de agua para calmarse.
—¿Qué es? —preguntó, con la mirada inquieta.
—Le entregué tu historial médico en el extranjero a tu médico de cabecera —soltó Kristian, con voz tranquila y mesurada.
Abrió la carpeta con un movimiento lento y meticuloso que pareció prolongar el silencio entre ellos.
—Después de revisarlo, afirmó que nunca había tratado a una paciente como tú. ¿Cómo lo explicas?
El sonido del vaso de agua rompiéndose contra el suelo duro resonó en la habitación al resbalar de las manos de Ashley.
Si antes estaba ansiosa y asustada, ahora se tambaleaba precariamente al borde de la desesperación total. La sangre se le escapó del rostro, dejando sus labios pálidos y temblorosos.
Con los ojos muy abiertos, reflejando un terror inconfundible, Ashley se dio cuenta de que Kristian no solo había mirado su historial, sino que lo había investigado a fondo.
—Quizá ha visto a demasiados pacientes y simplemente… lo ha olvidado —balbuceó, aferrándose a un clavo ardiendo, con la voz quebrada.
—He pedido que lo comprueben en los registros informáticos —insistió Kristian, implacable, clavándole la mirada como si intentara desenterrar sus secretos.
—Han revisado todos los pacientes tratados en los últimos dos años. Tu nombre no aparece.
Esta vez, la voz de Ashley la abandonó, acorralada por la verdad que no podía negar.
Kristian captó su actitud al instante, detectando la ausencia de la furia que esperaba. En cambio, su voz era gélida y sus palabras cortaban el aire tenso.
—¿Por qué me has mentido?
Ashley bajó la mirada y las lágrimas comenzaron a caer en silencio.
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