Ella se llevó la casa, el auto y mi corazón - Capítulo 216
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 216:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
«No, gracias». La negativa fue rápida y rotunda. La mirada de Kristian era indescifrable, sus ojos tranquilos y penetrantes mientras comentaba:
«Hablemos primero».
Una oleada de inquietud invadió a Ashley. Su conciencia culpable revoloteaba como un pájaro atrapado, y sus ojos se apartaban de la mirada fija de él. Kristian, observando su incomodidad, intuyó que algo no iba bien. En circunstancias normales, lo habría achacado a problemas de salud, tal vez una visita preocupante al médico.
Desde que ella le mintió sobre la aventura de Freya y Liam, su confianza en ella nunca había vuelto a ser la misma.
La voz de Ashley tembló, delatando su ansiedad.
—¿Qué… qué quieres hablar?
Kristian decidió darle el beneficio de la duda.
—¿Hay algo que no me estás contando?
Ashley apretó con fuerza el vaso de agua que tenía delante, con el rostro impasible, inocente y confuso.
—¿Por qué me preguntas eso así, de repente? ¿Ha pasado algo?
—Nada en particular —respondió Kristian con voz tranquila, sin dejar traslucir ninguna emoción.
—Es solo que Freya me ha estado engañando con mucha frecuencia últimamente. Empiezo a temer que mi vida esté envuelta en mentiras.
Al oír sus palabras, la tensión de Ashley se disipó y exhaló un profundo suspiro de alivio. Sus hombros se relajaron y le dedicó una sonrisa suave y reconfortante.
—No te preocupes. Aunque todo el mundo te engañe, yo siempre seré sincera contigo.
—¿De verdad?
—¿No me crees?
—No es que no te crea. Su actitud seguía siendo cautelosa, sus pensamientos impenetrables.
—Solo necesitaba estar seguro.
—Nunca te he mentido —afirmó Ashley con tranquila convicción, ocultando el engaño de su corazón.
—Y nunca lo haré.
Kristian se limitó a gruñir en señal de asentimiento.
La habitación quedó en un silencio inquietante, con el peso de las palabras no dichas flotando densamente en el aire.
Ashley se había acomodado en una tranquila comodidad, con la mirada clara e inquisitiva mientras lo observaba.
—¿Algo más? —se atrevió a preguntar en voz baja.
La respuesta de Kristian fue concisa, midiendo cada palabra.
—Una vez que finalice mi divorcio con Freya, tengo la intención de casarme contigo. —Su tono era impasible y formal mientras continuaba—.
Antes de seguir adelante, necesito saber: ¿has estado con alguien más durante nuestros dos años de separación?
La compostura de Ashley se hizo añicos al instante.
—¿Qué? —tartamudeó, con voz llena de incredulidad.
No podía entender por qué ahora estaba indagando en su pasado; nunca antes había mostrado interés.
Kristian, que manipulaba su teléfono con movimientos deliberados, no perdió el ritmo.
.
.
.