Ella se llevó la casa, el auto y mi corazón - Capítulo 205
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Capítulo 205:
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Farrah era la excepción, la única amiga que Freya había hecho en los últimos años.
Felipe sintió una necesidad imperiosa de leer la mente de Trent. ¿Cómo podía mantener esa franqueza, esa compostura, bajo el peso de sus palabras?
—Parece que Freya ya es bastante capaz por sí misma, así que ya no necesita la ayuda de Farrah —comentó Felipe en tono relajado, entrelazando sin esfuerzo los dedos con los de Farrah.
—Tenemos nuestros propios asuntos que atender, así que nos marcharemos primero.
Trent les dedicó una sonrisa sutil y cómplice.
—Por favor, adelante.
Felipe asintió con un pequeño movimiento de cabeza, con una expresión cuidadosamente neutra, la máscara perfecta de la cortesía.
Sin embargo, cuando estaban a punto de salir, Farrah retiró bruscamente la mano y dio un paso instintivo hacia Trent con una mirada decidida.
—Id vosotros. Tengo que hablar con Freya —dijo con firmeza, con un tono de voz teñido de determinación.
Era muy consciente de los motivos ocultos de Felipe. Si se marchaba ahora con él, estaba claro que la llevaría directamente al hospital para abortar.
—Farrah Welch —la llamó Felipe con tono severo, con una advertencia implícita en su voz.
—Me iré a casa en cuanto haya hablado con Freya —respondió Farrah con suavidad, sin alterar el tono.
—Ve y ocúpate de lo que tengas que hacer.
Una sombra se dibujó en el rostro de Felipe, y sus ojos se oscurecieron por la frustración. Pareció ignorar por completo la presencia de Trent mientras se acercaba a Farrah con pasos bruscos. La agarró de la muñeca con una intención inequívoca: estaba decidido a llevarla al hospital.
—¡Ya te lo he dicho, no voy a ir contigo! —exclamó Farrah, levantando la voz mientras luchaba por liberarse de su agarre, con evidente rebeldía.
Felipe apretó con más fuerza, hasta el punto de que Farrah se estremeció, temiendo que la fuerza de su agarre pudiera llegar a hacerle daño.
Al observar cómo aumentaba la tensión, Trent dio un paso adelante y, con gestos suaves pero firmes, puso la mano sobre la muñeca de Felipe.
—La señorita Welch ha expresado su deseo de quedarse un poco más para hablar con Freya. Es una oportunidad única para ponerse al día. ¿Por qué no les dejas disfrutar de este momento?
—Normalmente, Freya sería bienvenida en nuestra casa en cualquier momento —respondió Felipe secamente, sin dejar lugar a negociación.
—Pero hoy Farrah debe irse conmigo.
En cuanto pronunció las palabras, intentó apartar la mano de Trent de su muñeca con un tirón repentino.
Sin embargo, a pesar de reunir todas sus fuerzas, descubrió que el agarre de Trent era tan firme como el hierro.
La confusión nubló el rostro de Felipe. ¿Por qué Trent era tan fuerte?
«¿Por qué no les dejas charlar un poco más?», preguntó Trent con una sonrisa cortés, como si estuviera haciendo un esfuerzo por proteger el ego de Felipe.
Felipe entrecerró los ojos, con una tormenta gestándose detrás de su mirada, pero a regañadientes soltó la mano de Farrah.
Al mismo tiempo, Trent también soltó su agarre.
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