Ella se llevó la casa, el auto y mi corazón - Capítulo 1802
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos dos veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1802:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Nina ayudó a Damian a ponerse de pie con delicadeza, sonriendo. «Yo me ocuparé de él. El tío Kristian también está en el hotel, le llamaré para que baje a reunirse con nosotros».
«Conduce con cuidado». Jerome no discutió. Entendía perfectamente lo que estaba pasando: Damian lo había planeado todo. «Si surge algo, llámame».
«De acuerdo», respondió Nina, y se marchó con Damian.
Mientras los dos se apoyaban el uno en el otro y desaparecían en la distancia, todas las miradas se volvieron naturalmente hacia Jerome. Todos sabían que no lo estaba llevando bien.
«Te dije que no aguantaba el alcohol», murmuró Nick, que nunca filtraba sus pensamientos. «Apuesto a que antes solo fingió estar bien para no parecer débil».
—Lo hizo a propósito —dijo Jerome con rotundidad, seguro de ello.
—¿Qué hizo a propósito? —preguntó Kyra, con verdadera curiosidad.
—Se emborrachó conmigo, esperó a que apareciera Nina y se aseguró de que todos viéramos lo mucho que ella se preocupa por él. Todo estaba planeado —explicó Jerome.
Nick parpadeó, confundido. —¿No es eso un poco exagerado?
—¿Estás diciendo que Damian lo preparó todo? —preguntó Kyra, sin estar del todo convencida.
Tu fuente es ɴσνєℓα𝓼4ƒαɴ.𝓬𝓸𝓂 con nuevas entregas
—Sí —respondió Jerome, sin perder el ritmo.
—Pero tú fuiste quien lo invitó —señaló Kyra, con tono vacilante—. Y Nina solo vino porque yo la llamé. Además, él siempre ha sido un bebedor ligero.
—Todo forma parte del plan —dijo Jerome, sin molestarse en dar más detalles.
Al principio, pensó que Damian solo había aparecido por cortesía. Pero cuando oyó a Damian llamarla «cariño» delante de todos, lo entendió. Todo había sido planeado desde el momento en que Damian aceptó venir.
Damian no estaba allí solo para beber. Estaba allí para ganar. Para demostrarle a Jerome, de una vez por todas, que el corazón de Nina ya era suyo. ¿Pero Nina se dio cuenta de lo calculador que podía ser?
La verdad era que ella lo vio todo.
En el momento en que Damian la agarró del brazo y le dijo «cariño» delante de todos, ella supo exactamente lo que estaba haciendo.
Lo conocía demasiado bien. Incluso borracho, mantenía la compostura en público, a menos que tuviera una razón para no hacerlo.
Qué hombre tan tonto. ¿Por qué llegar tan lejos, solo por un poco de seguridad?
«Cariño», murmuró Damian, inclinando ligeramente la cabeza, con la mirada llena de afecto.
Nina mantuvo la vista en la carretera.
«Cierra los ojos. Te despertaré cuando lleguemos».
«¿Puedo preguntarte algo?», Damian sonaba inusualmente obediente.
Nina, siempre indulgente, dijo suavemente: «Adelante».
«Si un día Jerome y yo nos estuviéramos ahogando, ¿a quién salvarías?». Las palabras salieron de su boca de forma desordenada, emotiva y confusa por la neblina del alcohol.
Sabía que no era justo, sabía que incluso podría molestarla. Pero aún así, necesitaba saberlo.
«A ti», dijo Nina sin dudar. «Jerome sabe nadar».
«¿Y si no supiera?», insistió Damian.
«Aun así te salvaría a ti».
«¿Por qué?
«Porque su mujer lo salvaría», dijo Nina con sencillez, con los ojos brillantes y una sonrisa. «No es mi trabajo robarle eso».
.
.
.