Ella se llevó la casa, el auto y mi corazón - Capítulo 1790
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos dos veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1790:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Ellis captó su intercambio, una leve sonrisa se dibujó en sus labios, pero no lo demostró. «Esta situación podría tensar vuestra relación», advirtió Ellis, poniendo a prueba la determinación de Damian. «Preferiría que renunciaras y trabajaras aquí, en Alerith».
«No es necesario», intervino Kristian, adivinando las intenciones de Ellis. «El Grupo Shaw tiene una sucursal en Alerith. Podemos trasladar la sede aquí».
«Pero…», Damian dudó.
Kristian, con su encanto habitual, insistió: «Confía en mí». Le lanzó a Damian una mirada cómplice.
Damian lo entendió al instante y se dio cuenta de que todo formaba parte de la prueba.
Aun así, Damian se tomó en serio las palabras de Ellis.
Habló con sincera sinceridad mientras miraba a Ellis. —El tío Kristian solo estaba bromeando. Jeucwell es la base del Grupo Shaw, no hay forma de que se pueda trasladar la sede. Pero haré todo lo posible por equilibrar mi trabajo y mi relación con Nina. Puedes contar con ello.
«Subamos arriba y hablemos», dijo Ellis, ya bastante satisfecho.
No se podía negar la sinceridad de Damian.
A pesar de las insinuaciones de Kristian, Damian había optado por responder con total honestidad. Ahora entendía lo que su hija veía en este hombre.
Lo nuevo está en ɴσνє𝓁α𝓼4ƒα𝓷.𝓬𝓸𝓂 actualizado
«Papá», dijo Nina, con cierta cautela, «¿puedo ir con vosotros?».
«No hace falta».
—Si te entra sed mientras hablan, puedo servirte un poco de café —ofreció Nina. —Tengo manos.
Nina hizo un puchero, con los labios hacia fuera en una muestra evidente de enfado. No quería dejar solo a Damian, por miedo a que lo interrogaran arriba. Lo intentó de nuevo, a regañadientes. —Entonces deja que mamá se una. Damian está aquí para hablar con los dos, no solo contigo.
—Pueden hablar solos —dijo Freya con suavidad, claramente reacia a irse. Ya habían decidido la noche anterior que Ellis sería quien hablaría con Damian, y ella no tenía intención de interferir.
—Mamá —suplicó Nina en voz baja.
—No te preocupes —dijo Freya, acariciándole la cabeza.
Al final, Nina cedió.
Ellis llevó a Damian arriba, al estudio. En ese espacio tranquilo y privado, Damian parecía visiblemente más tenso que antes.
Ellis le sirvió una taza de café, tranquilo y despreocupado. —Siéntate.
—Gracias —dijo Damian con un ligero movimiento de cabeza.
Se sentaron uno frente al otro en sillones individuales junto a la ventana que iba del suelo al techo.
—No te pongas nervioso —dijo Ellis con sencillez—. «No tenemos ninguna objeción a que estés con Nina, pero hay algo que necesito preguntarte».
«Por favor, adelante». Damian sintió un ligero alivio.
Ellis lo miró fijamente, con voz aún despreocupada. «¿He oído que te han tratado por control excesivo y posesividad?».
«Sí», Damian no intentó ocultarlo.
«¿Te importaría contarme un poco sobre eso?», preguntó Ellis, dándole espacio. No iba a presionarlo, entendía lo personales que podían ser los problemas psicológicos. Pero, como padre de Nina, necesitaba claridad.
Los dedos de Damian se tensaron ligeramente, aunque su expresión se mantuvo tranquila. «No, no me importa».
.
.
.