Ella se llevó la casa, el auto y mi corazón - Capítulo 1688
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1688:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
«¿Qué pasa?», preguntó Nina al notar su atención. «¿Hay algo mal en lo que llevo puesto?».
«No, nada de eso», respondió Aiken negando con la cabeza. «Me acabo de dar cuenta de que te he visto antes. Cuando estaba en la escuela, diste un discurso que se me quedó grabado».
«Gracias». Nina aceptó el cumplido con una simple sonrisa, suponiendo que solo estaba siendo cortés.
El silencio se apoderó de ellos mientras caminaban. Frente a una puerta, Aiken se detuvo, respiró hondo y llamó.
Pasaron unos segundos antes de que una voz fría sonara desde el interior. «Adelante». Nina no había oído esa voz en años. La calidez que alguna vez tuvo se había desvanecido, reemplazada por un tono más frío y firme.
Entraron juntos en la oficina. Damian estaba sentado en su escritorio, impecable con su camisa blanca y su corbata perfectamente anudada. Siempre había sido agradable a la vista, pero ahora sus rasgos tenían un aire pulido y maduro.
Estaba recostado en su silla, con los ojos cerrados y los dedos presionados contra el puente de la nariz.
«Sr. Bryant, esta es su nueva secretaria», dijo Aiken, presentándola con una breve explicación.
«El presidente me pidió que la trajera aquí para que aprenda el funcionamiento».
Los dedos de Damian se quedaron inmóviles, como si de repente se hubiera detenido.
Tras un breve instante, bajó la mano y abrió los ojos, centrando su atención en Nina.
«Hola». Su antigua y familiar sonrisa apareció cuando lo saludó. «Soy Nina Lambert, su nueva secretaria».
Damian sintió una sacudida al verla. Consiguió ocultar su reacción, aunque le costó esfuerzo. Apretando los labios, mantuvo un tono de voz tranquilo. —¿Por qué estás aquí?
Visita ahora ɴσνє𝓁α𝓼4ƒα𝓷.𝓬𝓸𝓂 antes que nadie
Nina respondió con una confianza natural. «He venido por el trabajo».
Damian apretó los dedos contra su pierna. Su respuesta fue fría y tranquila. «Con las empresas de tu familia, ¿qué te trae por aquí?».
«Nadie ha dicho nunca que, solo porque tu familia tenga un restaurante, tengas prohibido comer en otros, ¿verdad?». Nina lanzó el comentario con un desafío casual.
Damian tenía algo que decir, las palabras se le atascaron en la punta de la lengua, pero nunca llegaron a salir.
Aiken percibió la extraña tensión en el aire y parpadeó, confundido. ¿No se suponía que a su jefe le gustaba esta joven? Entonces, ¿por qué estaba siendo tan frío con ella?
—Empezaré oficialmente el próximo lunes. Ya he completado la formación inicial. —Nina no se inmutó ante el tono frío de Damian y preguntó con suavidad—: ¿Hay algo que necesites explicarme?
—Una semana de prueba —anunció Damian con brusquedad, claramente sin interés en facilitarle las cosas—. Si no das la talla, te irás por tu cuenta.
«De acuerdo». Nina asintió con serenidad.
Sin entretenerse, se dio la vuelta y se marchó en busca de Kristian.
Damian esperaba que se quedara a charlar, quizá para preguntarle por qué la había ignorado durante años, sin responder a sus cartas ni aparecer por ningún lado. Pero, mientras él esperaba esas preguntas con creciente ansiedad, ella no dijo nada. Era como si solo estuviera allí por el trabajo.
«Sr. Bryant…». Aiken dudó, mirando la puerta que Nina acababa de cerrar tras de sí. «El Sr. Shaw la trajo personalmente. Todos los demás tienen un mes de prueba, pero darle solo una semana me parece un poco duro».
Probablemente una semana ni siquiera le bastaría para aprender a moverse por el lugar. Y si Damian le ponía obstáculos a propósito, ¿no estaría garantizado que fracasara?
.
.
.