Ella se llevó la casa, el auto y mi corazón - Capítulo 168
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Capítulo 168:
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Un ruido sordo y repugnante resonó en el aire cuando Ashley se desplomó sobre el pavimento.
El coche se detuvo bruscamente.
Freya y Liam salieron al mismo tiempo, con el rostro marcado por la ansiedad.
—¿Has perdido la cabeza? —exclamó Freya, aliviada al ver que Ashley seguía consciente, mientras se apresuraba a evaluar su estado.
En cuestión de segundos, un líquido carmesí se acumuló bajo las piernas de Ashley. Al observar la sangre que manchaba la parte inferior del cuerpo de Ashley, Freya se dio cuenta con horror de que el impacto había provocado un aborto espontáneo.
Con dedos temblorosos, sacó su teléfono y llamó a los servicios de emergencia, con el corazón oprimido por una preocupación sin precedentes.
«Te lo prometí… Haré que Kristian… te rechace por completo», articuló Ashley entre respiraciones entrecortadas, con el rostro ceniciento. «Después de este incidente… sin duda te despreciará».
Liam se quedó inmóvil, procesando sus palabras.
«Él me pertenece exclusivamente a mí… No permitiré que nadie… altere esa realidad». Tras esta débil declaración, Ashley perdió el conocimiento.
Liam finalmente reconoció la identidad de Ashley y comenzó a comprender. «¿Es esta Ashley Bradley? ¿El antiguo amor de Kristian?».
«Sí», confirmó Freya.
Le costó articular su respuesta emocional. Estaba furiosa por haber sido implicada falsamente, pero no podía considerar las acciones de Ashley más que una locura: sacrificar su bienestar y la vida de su hijo por la atención de un hombre.
Tal comportamiento desafiaba la comprensión de Freya.
Afortunadamente, la asistencia médica llegó rápidamente.
A pesar de reconocer la manipulación deliberada de Ashley, tanto Liam como Freya la acompañaron al hospital.
Mientras se llevaba a cabo la cirugía, se quedaron en el pasillo, reflexionando sobre los recientes acontecimientos.
Liam preguntó: «¿Qué significado tenía su declaración?».
«Exactamente lo que parecía transmitir», respondió Freya con naturalidad.
Preveía la inevitable culpa de Kristian. Cuando él llegara, Ashley sin duda la acusaría de provocar el aborto, posiblemente incluso de intento de asesinato.
La perspectiva de manejar esta situación solo aumentaba su agotamiento mental.
Estos conflictos recurrentes eran agotadores, especialmente cuando su divorcio seguía sin resolverse. Explicarse le parecía cada vez más inútil.
Liam notó el cambio en su actitud. «¿Qué te preocupa?».
«Nada importante». Freya apoyó la cabeza contra la pared, intentando minimizar las complicaciones. Luego le dio instrucciones: «Cuando Kristian se encuentre con Ashley, independientemente de sus acusaciones, abstente de intervenir u ofrecer explicaciones. Déjame manejar la situación por completo».
Conociendo el temperamento de Kristian, sabía que si Liam la defendía, Kristian solo concluiría que ella también había manipulado a su hermano.
Explicar un problema ya había puesto a prueba la paciencia de Freya; la idea de abordar un segundo problema le tensaba los hombros.
Este mes parecía maldito; la mala suerte la perseguía a cada paso.
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