Ella se llevó la casa, el auto y mi corazón - Capítulo 1612
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1612:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Freya exhaló, pero un extraño pensamiento volvió a perturbarla. «¿Y si, dentro de unos años, aparece una chica joven, alguien que se parezca exactamente a mí cuando tenía veinte años?». Frunció el ceño mientras lo decía en voz alta. «¿No te tentaría eso?».
Ellis ni siquiera dudó. «No».
«¿Por qué no?
«Porque te amo», dijo con sencillez, como si fuera la verdad más simple del mundo. «No a quien fuiste, ni a quien serás, solo a ti. Siempre a ti».
Freya apretó los labios, dejando que las palabras calaran en ella.
Una parte de ella sabía que él lo decía en serio, que siempre lo había dicho en serio, pero su mente seguía imaginando situaciones que no quería imaginar.
Tras una pausa en silencio, decidió que simplemente había estado demasiado ociosa últimamente. Necesitaba volver a mantenerse ocupada. Encontrar un proyecto. Algo que la mantuviera alejada de esos pensamientos sin sentido.
Si Ellis se enterara de que ella pensaba así, probablemente redoblaría sus esfuerzos por colmarla de atenciones.
Después de todo, le había llevado años de paciente esfuerzo conseguir que ella bajara el ritmo, convencerla de llevar una vida con menos plazos que cumplir.
«Que duermas bien esta noche», murmuró Ellis, rodeándola con sus brazos en un abrazo más suave. « Y el sábado, llevemos a los niños de excursión. Un auténtico día en familia».
«De acuerdo», dijo ella en voz baja.
Quizás fuera la seguridad de su abrazo. Quizás fuera la ternura de sus palabras. Pero esa noche, Freya se sumergió en un sueño tranquilo y sin sueños.
En los meses siguientes, Freya se mantuvo ocupada, envolviendo cada día en rutinas que impedían que su mente divagara demasiado.
Pero entonces ocurrió algo inesperado, algo que le hizo comprender por qué se habían colado en su mente esos pensamientos extraños.
¿Ya leíste esto? Solo en ɴσνє𝓁α𝓼4ƒα𝓷.𝓬𝓸𝓂 en cada capítulo
Se dio cuenta de que siempre ocurría cuando la vida parecía demasiado perfecta. Cuando todo iba bien, demasiado bien, su mente provocaba un pequeño caos, como si su corazón no supiera qué hacer con la paz.
Afortunadamente, Ellis tenía una fuerza tranquila, siempre firme, siempre amorosa. Nunca la dejaba adentrarse demasiado en el caos. Su presencia era como una mano sobre su hombro.
Pronto, antes de que se dieran cuenta, llegaron las vacaciones de invierno.
Como Jesse y Nina iban a pasar las vacaciones en Jeucwell con Kristian, Freya y Ellis no los habían inscrito en ningún programa extracurricular. Querían que sus días fueran libres, ligeros, sin cargas.
La mañana en que comenzaron las vacaciones, Nina era un torbellino de energía, saltando por la sala de estar, con las mejillas sonrojadas por la emoción. Sus rizos rebotaban mientras daba vueltas delante de ellos. «¡Mamá! ¿Cuándo viene el tío Kristian a recogernos?».
«Mañana».
«¿Por qué no hoy?», preguntó Nina haciendo un puchero, sin dejar de girar en el mismo sitio.
Freya dudó, sorprendida por la pregunta.
Antes de que pudiera responder, Nina ya se había acurrucado en su regazo, con su pequeño cuerpo cálido y cómodo. «¿Mamá? ¿Por qué no dices nada?». Freya la miró, apartándole un mechón de pelo detrás de la oreja. «¿De verdad tienes tantas ganas de ir con él?». Sinceramente, no entendía el profundo cariño que Nina sentía por Kristian. De todos los adultos de su entorno, aparte de ella y Ellis, Kristian era el que más le gustaba a Nina.
«¡Ajá!», Nina asintió con entusiasmo. Sus ojos brillaban con una especie de asombro que solo los niños conocen. «Dice que en Jeucwell hay muchas cosas divertidas y comida deliciosa. ¡Quiero verlo todo!».
.
.
.