Ella se llevó la casa, el auto y mi corazón - Capítulo 1555
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Capítulo 1555:
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Jesse observaba en silencio, mirando primero a Kristian y luego a Nina. «¿No querías jugar con Jerome? Vamos».
«No me apetece». Nina lo sorprendió con una rápida negativa.
Jesse parpadeó. Normalmente era la primera en unirse a Jerome.
«Quiero quedarme con el señor Shaw», dijo Nina, inclinándose hacia Kristian con una sonrisa.
«Ve a jugar con Jerome primero», dijo Jesse con firmeza, ya que necesitaba hablar a solas con Kristian. «Solo diez minutos. Después puedes volver».
—Estás actuando de forma extraña —dijo Nina, entrecerrando los ojos para mirarlo.
Jesse no se inmutó.
Nina estudió sus rostros. —¡Lo sé!
«¿Qué crees que sabes?», preguntó Jesse, manteniendo la calma.
—Tú también quieres jugar con el señor Shaw, pero eres demasiado tímido porque yo estoy aquí —bromeó Nina, con tono travieso.
«Exactamente», dijo Jesse con un gesto tranquilo. «Ahora ve a jugar diez minutos y luego vuelve».
«¡Vale!», dijo Nina con una risita y salió corriendo, mirando atrás cada pocos pasos, con el rostro radiante de alegría. Era la primera vez que veía a Jesse actuar como si quisiera llamar la atención de alguien.
«¿De qué querías hablar?», preguntó Kristian, rompiendo el silencio con su voz grave. Su expresión se había suavizado.
—Has sido muy bueno con nosotros —comenzó Jesse, mirándolo con atención—. ¿Eres un viejo amigo de nuestros padres?
Kristian dudó, sorprendido por la pregunta.
Jesse continuó: «¿Te gustaba mi madre?».
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«¿Cómo se te ha ocurrido eso?», preguntó Kristian, con una leve sonrisa en los labios.
—Cuando llegamos, nos estabas mirando a Nina y a mí —dijo Jesse con voz tranquila—. Pero no parecía que sintieras curiosidad por nosotros. Parecía que veías a otra persona a través de nosotros.
«Piensas mucho para ser tan joven», respondió Kristian sin contestar directamente.
Jesse entrecerró los ojos. «¿Estoy en lo cierto?».
«Los niños no deberían preocuparse por los problemas de los adultos», respondió Kristian evasivamente. «¿Qué importaría si te lo contara? ¿Me querrías más o te llevarías a Nina y te alejarías de mí?».
Jesse bajó la mirada por un momento, como si estuviera ordenando sus pensamientos. Parecía que esta conversación solo había aumentado su lista de preocupaciones.
«Piensa en mí como un nuevo amigo», dijo Kristian, revolviéndole el pelo a Jesse antes de pellizcarle suavemente la mejilla. «No tienes por qué preocuparte todo el tiempo por todas las posibilidades».
Jesse lo miró fijamente durante un rato, pero no dijo nada.
En ese momento, Nina entró corriendo en la habitación.
Se tapó la boca de forma dramática, con los ojos muy abiertos. —¡Jesse! ¿El Sr. Shaw te acaba de pellizcar la mejilla?
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