Ella se llevó la casa, el auto y mi corazón - Capítulo 1451
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Capítulo 1451:
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Melvin tardó más de una hora en llevar a Jessica a su casa.
Estar de nuevo en su salón le provocó una mezcla de emociones. Ella realmente quería un hogar con él.
«Siéntate». Melvin le ofreció un vaso de zumo de naranja, con movimientos lentos y cuidadosos.
Jessica se sentó en el sofá, aparentando tranquilidad, pero llena de nerviosismo y expectación. «Di lo que tengas que decir».
«Siempre has querido saber por qué te rechacé, ¿verdad?», dijo Melvin, reuniendo todo el valor que le quedaba.
Jessica asintió levemente, pero su corazón latía con fuerza contra su pecho.
«La razón principal es… mi familia», confesó Melvin finalmente.
Durante la siguiente hora, lo contó todo: las partes desagradables, el miedo, la preocupación.
No sabía qué decisión tomaría ella, pero se merecía saber la verdad. No podía soportar la idea de verla pasar por la vida sin saber por qué la había rechazado.
«Eso es todo lo que he estado cargando», concluyó Melvin, con un tono aún inquieto. «Si todavía quieres estar conmigo, esperaré hasta que resuelvas tus cosas con Jack. Si no, no te obligaré. Pero espero que dejes de tratar tu vida como una broma».
Jessica lo miró fijamente. —¿Eres idiota?
Melvin se quedó paralizado, confundido. —¿Qué?
—No me importa nada de eso. A mis padres tampoco —dijo Jessica, cruzando los brazos—. No me importa tu pasado, siempre y cuando no estemos en la calle mendigando.
Estaba diciendo la verdad. La historia de su familia no significaba nada para ella.
—Nunca acabaremos así —respondió Melvin con voz firme—. La vida conmigo solo será mejor que antes.
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—Entonces, ¿por qué le das tantas vueltas a todo? —Jessica se sentía ridícula por haber sido rechazada por algo tan insignificante—. ¿Crees que mi círculo social está lleno de snobs críticos?
«¿Qué…?» Melvin parecía genuinamente perdido ahora.
«Tu historia es impresionante. Partiste de la nada y te convertiste en el director de una empresa que cotiza en bolsa», dijo Jessica, con sinceridad en los ojos. «Ese es el tipo de éxito que la gente admira en cualquier lugar».
«Pero…», Melvin dudó, todavía atrapado en los «y si…».
«Pero nada». Jessica le lanzó una mirada fulminante. «Sinceramente, debería sentirme halagada por poder salir contigo».
Melvin la miró fijamente, completamente desconcertado.
«Anita International vale más que toda nuestra empresa», continuó Jessica, con voz tranquila y clara. «Los dividendos que obtienes de ella cada año son más de lo que gana toda nuestra empresa en cinco».
Le lanzó una mirada como si no pudiera creer lo torpe que era. Para ser alguien tan inteligente, podía ser realmente desesperante.
Melvin no esperaba que ella restara importancia a sus preocupaciones de esa manera. Incluso ahora, su corazón se retorcía incómodamente. «¿De verdad no te importa?».
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