Ella se llevó la casa, el auto y mi corazón - Capítulo 1447
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1447:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
«Lo sé», dijo Jessica, recuperando su sonrisa como un desafío. No tenía intención de volver a los brazos de Melvin inmediatamente. Él le debía algo. Emocionalmente. Más le valía esforzarse esta vez, o ella le retorcería las orejas y lo echaría a patadas.
«Entonces vete», dijo Lawrence, con un último y tranquilo movimiento de cabeza.
Jacob lo vio entonces. La decisión estaba tomada y nada de lo que dijera la cambiaría. Se dio la vuelta y subió las escaleras en silencio.
Lawrence lo siguió, preocupado. —Oye, ¿qué pasa?
No hubo respuesta.
Jacob desapareció en el pasillo y regresó momentos después, lanzándole sin ceremonias la bolsa de Lawrence. —Se ha ido. Tampoco hay razón para que te quedes.
Lawrence atrapó la bolsa con exagerado dramatismo y la abrazó contra su pecho. —Oye, no seas tan frío. Te he ayudado estos últimos días, ¿recuerdas? —Siguió a Jacob, medio riendo, medio quejándose—. ¿De verdad me estás echando como si fuera leche caducada? ¡Qué cruel!
Jacob no se dignó a responder.
Lawrence se le acercó sigilosamente, siguiéndolo como un gato callejero. «Vamos, déjame quedarme unos días más, ¿vale?».
«No». Jacob lo rechazó de plano.
Lawrence se agarró el pecho como si le hubieran apuñalado. —Mi querido Jacob —canturreó, con esa voz empalagosa que te ponía los pelos de punta—. Déjame quedarme. Haré lo que sea. Incluso te ofreceré mi cuerpo.
Jacob se tensó por completo, como un cable estirado. Su habitual expresión distante se heló y sus ojos se posaron fríamente en Lawrence. —¿Tu cuerpo?
«¡Sí!», exclamó Lawrence, ajeno al repentino escalofrío.
La mirada de Jacob se agudizó, atravesando la farsa. —¿No dijiste una vez que eso era repugnante? Perfecto. Yo también me siento repugnado.
Solo aquí: ɴσνє𝓁α𝓼4ƒ𝒶𝓷.𝓬𝓸𝗺
Una sola frase, seca y cortante, bastó para abrir una grieta en el pasado del que nunca hablaban.
Por un segundo, solo un instante, la culpa se abrió paso entre la sonrisa de Lawrence. —Solo lo dije entonces para que mis padres no sospecharan nada. Sabes que no lo decía en serio…
«No me importa». Jacob cortó la conversación de raíz. No quería explicaciones. Ya no.
«Jacob…».
—Por favor, vete de mi casa.
«No me voy». Lawrence se dejó caer al suelo, cruzando los brazos desafiante. «Me quedo aquí».
La paciencia de Jacob se agotó. —Si no te vas, llamaré a la policía.
«Adelante», desafió Lawrence, con la barbilla alta. «Más vale que me encierren de por vida. Al menos así no seguiré apareciendo en tu puerta, molestándote para siempre».
Y, durante un tenso instante, Jacob lo consideró. Llamar de verdad. Hacer que se lo llevaran a la fuerza. Pero la idea se desvaneció antes de que pudiera coger el teléfono.
¿Rechazo? Eso era sencillo. Brutal, pero sencillo. ¿Pero presentar cargos? Eso era cruel.
Y sabía, en el fondo, que Lawrence siempre había sido la excepción. Quizás por eso el hombre seguía volviendo así. Como si lo supiera.
.
.
.