Ella se llevó la casa, el auto y mi corazón - Capítulo 1419
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Capítulo 1419:
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Incapaz de soportar más el frío, Haley miró a Jessica con insistencia, buscando respuestas.
Jessica captó la mirada y respondió: «Simplemente finge que no está aquí».
Haley negó con la cabeza y murmuró: «¿Cómo se puede ignorar a alguien con esa presencia?».
Los tres hombres asintieron al unísono, respaldando a Haley.
Jessica solo pudo suspirar, sin saber qué decir.
Después de respirar profundamente, finalmente se volvió hacia Melvin. «¿Podrías dejar de rondarnos? Te agradeceríamos que te fueras».
«No te preocupes por mí», dijo Melvin, sin moverse de su sitio.
Sus pensamientos se aceleraron: si el grupo acababa borracho, ¿quién los cuidaría? ¿Y si los hombres intentaban aprovecharse?
«No me interesa tratar contigo esta noche. Estás arruinando el ambiente». La paciencia de Jessica se estaba agotando. Pronunció cada palabra lentamente, asegurándose de que él la entendiera. «Si no te vas, tendré que llamar a seguridad».
La expresión de Melvin se suavizó de una forma que casi lo hacía parecer entrañable. —No he dicho nada.
Jessica lo desafió con tono inflexible. «Si la persona que te gusta estuviera delante de ti, ¿de verdad podrías actuar como si no te importara?». Eso dejó a Melvin momentáneamente sin palabras.
Jessica presionó aún más, haciendo que sus palabras dolieran. «Te niegas a casarte conmigo, pero siempre estás cerca. ¿Quieres que siga pensando en ti para siempre?».
«No es eso». Melvin negó con la cabeza.
«Entonces vete», espetó Jessica. «No quiero verte aquí».
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Melvin se quedó en silencio. La habitación se llenó de inquietud.
Tras varios largos segundos, su mirada se posó en los tres hombres. Su tono era gélido y monótono. «Vosotros tres. Venid conmigo».
Los hombres parecían querer protestar, pero las ganas de discutir se desvanecieron en cuanto vieron la dureza en sus ojos.
Mirándose nerviosamente entre ellos, lograron decir rápidamente: «Jessica, vamos a salir por ahora».
Jessica y Haley los miraron con incredulidad.
Los tres hombres no perdieron tiempo y salieron por la puerta antes de que nadie pudiera decir nada más.
Melvin se detuvo en la puerta y añadió en voz baja, con la esperanza de tranquilizarla: «Estaré justo ahí fuera. Si necesitas algo, solo tienes que llamar».
Jessica echó la cabeza hacia atrás y se terminó la copa de un trago. Una mezcla de sentimientos le oprimía el pecho.
Una vez que la puerta se cerró, Haley habló en voz baja: «A juzgar por su comportamiento, ese tipo realmente se preocupa por ti».
«Eso no me basta», dijo Jessica, sirviéndose más vino de frutas en la copa. Giró la copa entre sus manos, con tono pesimista. «Me he expuesto tantas veces, pero él sigue rechazándome. No consigo entender qué es lo que le frena».
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