Ella se llevó la casa, el auto y mi corazón - Capítulo 1338
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1338:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
«Es un poco bajo…», murmuró otro.
«¿Bajo? Ellis nos ha jugado muchas malas pasadas. Es la venganza», respondió alguien.
«Adelante. Está dentro de las reglas, y Ellis las ha infringido muchas veces. Ahora nos toca a nosotros utilizarlas en nuestro beneficio».
«¡De acuerdo!».
Y con eso, la decisión quedó tomada. Los dos técnicos se frotaron el cuello con torpeza, pero aceptaron el plan.
Al poco tiempo, comenzó oficialmente la segunda ronda.
A los cinco minutos, Freya se percató de algo extraño.
Frederick también lo notó.
«¿Por qué no atacan?», murmuró con el ceño fruncido. «¿Crees que están planeando tendernos una trampa como la que usamos antes, para acabar con nosotros de un solo golpe?».
«No», respondió Freya con firmeza, sin siquiera detenerse a pensarlo.
Su sistema de defensa había estado bloqueado desde el principio. Si el otro bando intentaba siquiera hacer un movimiento, su configuración lo detectaría al instante y lanzaría un contraataque preprogramado.
«No han hecho ni un solo movimiento», confirmó Freya tras echar otro vistazo, con su voz tranquila y serena como siempre. «Parece que están tratando de evitar la lucha por completo».
Frederick se detuvo en medio de la escritura, frunciendo el ceño con incredulidad.
«¿Evitar la pelea?».
Las personas que estaban detrás de ellos lo habían oído.
Marlon murmuró entre dientes: «No pensé que realmente intentarían jugar sucio».
Disponible ya en ɴσνє𝓁α𝓼4ƒα𝓷.c♡𝓂 con nuevas entregas
«¿Y ahora qué?», preguntó Michael con voz preocupada, mientras miraba a Ellis. «¿De verdad vas a dejar que perdamos?».
«No hay prisa», dijo Ellis con frialdad, sin apartar la mirada de Freya, que ni siquiera se había inmutado.
Su instinto le decía una cosa: Freya tenía un plan.
«¿Cómo se supone que vamos a mantener la calma ahora mismo?», preguntó Michael, visiblemente nervioso. «Si cambias de bando, ¿qué pasará con nosotros?».
«Si siguen negándose a participar», intervino un técnico, «este partido no terminará en una hora».
Michael y Marlon fruncieron el ceño al unísono.
Tras una breve pausa, Marlon se acercó a Freya y bajó la voz. —¿Puedes hacer algo?
«¿Eh?», Freya ladeó ligeramente la cabeza.
«Si no hacen ningún movimiento», aclaró Marlon, mirando su pantalla, «¿aún así puedes conseguir la victoria?».
Freya no dudó. «Sí».
«¿Estás segura?».
«Sí».
«¡Gracias a Dios!». Aún parecía inseguro, pero al menos ya no estaba entrando en pánico. «Adelante».
.
.
.