Ella se llevó la casa, el auto y mi corazón - Capítulo 1308
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1308:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
Solo aquellos que lo averiguaran podrían pasar.
Los pensamientos de Freya volvieron al presente, con su refresco ya sin gas. Ellis había mencionado una vez el disfraz, y su mente se fijó en el rehén: su postura encorvada, su rostro anodino.
Nada se comparaba con la presencia aguda de Ellis, su aire autoritario.
Excepto sus ojos. Algo en ellos, penetrante, inflexible, había permanecido en su memoria.
En ese momento, su pulso se aceleró.
Más tarde, cuando Ellis salió de la ducha con una toalla sobre los hombros, Freya no pudo contenerse. —Esa tercera reunión —dijo, con la voz atravesando el vapor—. ¿Eras tú el rehén?
Ellis se detuvo, con la mano inmóvil y un destello de sorpresa en los ojos. —Has dado en el clavo —dijo con una sonrisa—. Ese era yo.
Freya se inclinó hacia delante, con la curiosidad encendida. «¿Cómo cambiaste todo: tu rostro, tu complexión, incluso tu presencia?». Estaba realmente intrigada.
Ellis tiró la toalla sobre una silla y se deslizó en la cama, atrayéndola hacia él. —La organización tiene maestros del disfraz —dijo con voz cálida—. Nos hacen desaparecer y convertirnos en quien necesitemos ser.
Freya negó con la cabeza, todavía asombrada. Pero otra pregunta le quemaba más. «Entonces, ¿fue entonces cuando empezaste a gustarme?».
Ellis se rió con suavidad, burlón. —¿Te sientes orgullosa, verdad?
Su sonrisa se amplió. Quizás solo un poco. No podía negar la cálida sensación de orgullo.
En aquel entonces, Ellis había sido solo un rostro en la prueba, un extraño que interpretaba un papel. No esperaba sentir nada por ella, no después de tres breves encuentros. Después de que los capturaran, él y Michael pudieron ver sus reacciones. Pero verla en aquella choza, con los ojos fieros y la voluntad inquebrantable mientras se enfrentaba al interrogador, había despertado algo profundo en él.
Cuando ella se dio cuenta primero de la prueba, burlándolos a todos, él sintió un orgullo silencioso. Ella era diferente, pensó, una chispa que encendía algo que no podía ignorar.
¿Ya leíste esto? Solo en ɴσνєℓα𝓼4ƒα𝓷.c♡𝓂 actualizado
Algunas cosas eran difíciles de explicar.
Había visto otras evaluaciones, había observado a otros enfrentarse a las mismas pruebas, pero el fuego de Freya la distinguía del resto. Se quedó con él, una atracción que no podía sacudirse.
—Si entonces te gustaba —dijo Freya, con un tono entre curioso y juguetón—, ¿por qué fuiste tan duro conmigo durante el entrenamiento? ¿No te dolía verme sufrir?
La voz de Ellis era firme, con la mirada fija en el techo. «Si te hubiera dado pena durante el entrenamiento, te habría dejado vulnerable en las misiones reales». Sus palabras tenían el peso de alguien que sabía lo que más importaba.
Freya se acurrucó más en sus brazos, con la mejilla apoyada en su pecho. Una cálida sensación la invadió, una silenciosa gratitud por su presencia en su vida. Mientras el sueño la sumergía, sus sueños la llevaron de vuelta a aquellos primeros días, tan vívidos como si hubieran ocurrido ayer.
La segunda evaluación los había clasificado. Freya, Trent, Greta, Riley, Phelps y Moss habían pasado el corte, y sus nombres fueron llamados uno por uno. Frederick, aunque ciego ante la verdadera naturaleza de la prueba, se había ganado su lugar con su determinación y su habilidad para hackear, que incluso había impresionado a Michael.
.
.
.