Ella se llevó la casa, el auto y mi corazón - Capítulo 127
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Capítulo 127:
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Profundizar en este mundo le reveló sus rincones más oscuros. Se topó con un sitio internacional, ese famoso submundo digital conocido como la Dark Web. Allí fue testigo de horrores y atrocidades que destrozaron su inocencia.
Al enfrentarse a la realidad de que existían personas con menos humanidad que los propios demonios del infierno, decidió retirarse parcialmente. De vez en cuando, ayudaba a la policía en investigaciones especialmente difíciles proporcionando información crucial de forma anónima.
Con el tiempo, se dio cuenta de que todo lo que descubría estaba al alcance de las autoridades, lo que la llevó a retirarse gradualmente.
«Ya está», anunció Freya, saliendo de sus recuerdos al ver que el indicador de progreso de la pantalla llegaba al 100 %.
Abrió la carpeta recién creada en el escritorio. «Aquí están las circunstancias reales del accidente de Ashley. Véanlo ustedes mismos».
Inclinó ligeramente el portátil hacia los hombres.
Gerard tomó el control del ratón y examinó metódicamente cada archivo. El proceso le llevó una hora entera, mientras asimilaba toda la información.
Tras revisar el último documento, se sintió invadido por la incredulidad. «Este plan demuestra una meticulosidad extraordinaria. Un simple accidente de tráfico esconde una conspiración tan intrincada».
Lo que más le sorprendió fue la extraordinaria capacidad de Freya. En tan poco tiempo, había conseguido grabar las conversaciones entre el autor intelectual y sus cómplices. Era realmente impresionante.
—Señor, está claro que la señorita Briggs no tuvo nada que ver con el accidente —declaró Gerard, ahora admirando abiertamente a Freya—. En cuanto entreguemos estas pruebas a las autoridades, su nombre quedará limpio inmediatamente.
—¿Acepta todo lo que ella presenta sin cuestionar nada? —La voz de Kristian tenía un tono gélido.
La confusión de Gerard era evidente. Las pruebas estaban ante ellos, ¿qué motivos había para dudar?
—¿Ha olvidado sus credenciales como hacker? —Kristian mantuvo su mirada fría fija en Freya, con un comportamiento escalofriante, y añadió—: ¿No sería trivial para alguien con sus habilidades falsificar pruebas y fabricar grabaciones?
—Usted… Gerard titubeó, sin saber qué decir.
El desaire de Kristian atravesó la habitación con precisión quirúrgica. —No todo lo que se presenta ante ustedes constituye una prueba legítima. Existe un concepto conocido como falsificación.
Freya mantuvo la compostura, negándose a mostrar ningún signo de agitación. —Si una disculpa excede sus capacidades, simplemente reconozca ese hecho. Las acusaciones infundadas no sirven para nada constructivo.
—¿Crees que ser hacker te hace especial? —Kristian avanzó hacia ella con pasos calculados, con la mano oculta en el bolsillo mientras declaraba—: No creo nada de lo que dices ni en ninguno de tus supuestos descubrimientos.
Freya respondió con dureza: —¡Tu creencia o incredulidad es totalmente irrelevante para mis preocupaciones!
Su objetivo principal al revelar esta información era doble: limpiar su reputación ante las fuerzas del orden y ayudar a perseguir al verdadero responsable.
Sin previo aviso, Kristian se adelantó y la agarró por la barbilla.
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