Ella se llevó la casa, el auto y mi corazón - Capítulo 1233
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1233:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
«No te preocupes, mamá. Cuidaré bien de Nina». La voz de Jesse era alegre y juvenil, pero sus palabras tenían un tono extrañamente maduro. «Cuando quieras volver, el tío Alan y yo iremos a recogerte».
«No es necesario», intervino Ellis con frialdad, despidiéndolo sin dudarlo.
Freya no dijo nada. Alan también permaneció en silencio.
El tono de Jesse era amable, pero la tensión era inconfundible. «Estaba hablando con mamá. No contigo».
—Mi esposa, mi responsabilidad. Eso no es asunto tuyo —afirmó Ellis, con voz seca y contundente—. Si tienes tiempo para entrometerte, quizá deberías utilizarlo para trabajar tu estatura y tu resistencia.
Jesse apretó los puños con fuerza. Cualquiera que lo conociera de verdad sabía que esas dos cosas, su estatura y su resistencia, eran puntos delicados que nunca le gustaba que se tocaran. Y, sin embargo, su descarado padre nunca perdía la oportunidad de meter cizaña.
—Mamá —susurró Jesse, bajando la cabeza mientras se aferraba a la mano de Freya—. ¿Tú también crees que soy inútil?
—Por supuesto que no —Freya sonrió con ternura mientras le revolvía el pelo y se agachaba para que su voz le llegara suavemente—. Tú y Nina sois la mayor alegría de mi vida.
—¿De verdad?
—Por supuesto. —Le acarició el pelo de nuevo, con un gesto tierno.
Jesse miró a Ellis y luego volvió a mirar a Freya. —¿Y papá?
Freya se detuvo un instante.
Ellis acababa de molestarlo. Si ella hablaba a su favor ahora, Jesse podría sentirse aún más ofendido. Los niños eran sensibles y sus pequeños corazones se lastimaban más fácilmente de lo que los adultos creían.
Si Ellis hubiera sabido lo que ella estaba pensando, podría haberse burlado y haber dicho: «¿Sensible? ¿Acaso sabes lo que ese niño ha estado haciendo a nuestras espaldas?».
Capítulos recién salidos en ɴσνє𝓁α𝓼4ƒα𝓷.𝓬𝓸𝓂 para ti
—Mamá —llamó Jesse de nuevo, con voz dulce y llena de nostalgia.
Freya respondió con un suave murmullo.
Sinceramente, había pensado en pasar un rato a solas con Ellis, pero la visión de sus dos pequeños hizo que su corazón vacilara.
«¿Me das un beso?», preguntó Jesse, con la clara intención de molestar a su padre.
Nina también se acercó saltando, con los ojos que antes estaban llorosos ahora brillantes. «¡A mí también!».
Freya les besó a ambos en la mejilla y les acarició la cabeza con cariño. «Pórtate bien. Si me echas de menos, llámame».
«¡Vale!», respondieron los dos pequeños, perfectamente obedientes.
Freya tenía intención de quedarse con ellos un poco más.
Pero Ellis no esperó: le tomó de la mano y se la llevó sin siquiera mirar atrás.
De camino al aeropuerto, Freya finalmente se volvió para mirarlo y le preguntó: «¿Por qué siempre estás en desacuerdo con Jesse?».
«¿Estás segura de que soy yo?», respondió Ellis, alzando ligeramente la voz al final.
Freya no dijo nada.
Después de pensarlo detenidamente, admitió: «La mayoría de las veces, sí. Incluso cuando Jesse te responde, suele ser porque tú has empezado».
.
.
.