Ella se llevó la casa, el auto y mi corazón - Capítulo 1104
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1104:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
«¿Tienes miedo de que te engañe?», preguntó Melvin con tono serio.
«No», respondió Freya sin dudar. Su voz era firme. «No creo que lo hiciera».
Ellis no era así. El tipo de hombre que era, engañar no estaba en su naturaleza.
Melvin no sabía muy bien cómo sentirse. Por un lado, se alegraba de que ella pudiera volver a confiar después de todo lo que había pasado.
Por otro lado, le preocupaba que esa confianza pudiera volverse en su contra.
Sus pensamientos eran un poco confusos.
Freya se dio cuenta de la expresión de su rostro. «No te preocupes», dijo con una pequeña sonrisa. «Si Ellis alguna vez metiera la pata, ni siquiera tendría que hacer nada. La gente que me rodea se encargaría de él antes de que yo tuviera la oportunidad».
Ellis siempre había sido la estrella guía de Freya y sus amigos, aquel a quien todos acudían en busca de orientación. Confiaban en él ciegamente, pero si alguna vez cometía un error, ninguno dudaría en pedirle cuentas.
Melvin se limitó a emitir un leve murmullo en respuesta, poco más que un suspiro.
Una vez llegaron al aeropuerto, Freya y Melvin subieron al avión uno al lado del otro. Tras aterrizar, se registraron en el mismo hotel.
Sin demora, Freya tomó una foto, se la envió a Ellis y le hizo saber que ella y Melvin habían llegado bien al hotel para descansar un poco.
Luego le preguntó qué estaba haciendo.
En ese mismo momento, Ellis estaba en el aeropuerto.
Estaba a punto de embarcar en su vuelo cuando el mensaje de Freya apareció en su pantalla. Se detuvo un segundo y respondió: «En el aeropuerto, saliendo de viaje de negocios».
Freya preguntó: «¿A qué vas?».
Sigue el drama en ɴσνєʟα𝓼𝟜ƒαɴ.𝒸ø𝗺
Él respondió: «Asuntos de la empresa. Pero no te preocupes, volveré a Alerith antes que tú».
Freya se limitó a responder con un breve «Vale».
Tras despedirse, la conversación llegó a su fin.
Agotada por el largo vuelo, Freya se derrumbó en la cama y se quedó dormida poco después.
A la mañana siguiente, se despertó y se puso manos a la obra con sus asuntos.
Mientras tanto, Melvin se había ido a negociar un acuerdo de colaboración. Ambos se mantuvieron ocupados y acordaron llamarse cuando terminaran y estuvieran listos para volver juntos a Alerith.
Más tarde ese mismo día, Freya visitó a un diseñador de anillos personalizados. Los anillos que había encargado estaban casi terminados, solo faltaban los últimos detalles, así que no hizo más pedidos.
Eran impresionantes.
Como estarían listos para recogerlos en diez días, Freya regresó al hotel, llena de ilusión.
Había planeado utilizar esos diez días para explorar posibles lugares cercanos para su luna de miel, pero esos planes se vieron truncados por una llamada inesperada de Alan.
Esa noche, poco después de las ocho, Freya estaba cenando sola cuando su teléfono vibró. La voz de Alan tenía un tono extraño y misterioso.
—Mina, tengo que preguntarte algo.
—¿Qué pasa?
—¿Sabes qué ha estado haciendo Ellis últimamente?
—¿Por qué lo preguntas?
—Necesito hablar con él en persona.
«Probablemente esté ocupado ahora mismo», respondió Freya con indiferencia, sin darle mucha importancia. «Se fue anoche en un viaje de negocios. Te avisaré cuando vuelva a Alerith».
Alan no dijo nada.
.
.
.